viernes, 12 de abril de 2024

La autoridad de Luque abre el debate sobre Luque

Crónica de la 4ª de la Feria de Abril 2024



Mundotoro

Un nuevo golpe de autoridad de Daniel Luque puso la mira del objetivo en otro Luque. Es el de Gerena un torero en plenitud. Como rotunda fue su tarde dentro de una corrida mal presentada -con varios toros de nuevo de escaso trapío- y siempre en el límite de Núñez del Cuvillo, a pesar de ser cuidada al máximo en el caballo. Embestidas sueltas de buen aire, con otras de escaso viaje por el simple hecho de no poder. Tuvo el encierro nobleza y suerte con el cartel. Pocas embestidas hay en el campo que ahora mismo no le valgan a Daniel Luque. Una dimensión ajena a todos y a todo. Con sus armas para reivindicar que su segundo paseíllo de la temporada sea en el mes de abril. Una tarde que no puede quedar ensombrecida por una decisión de otro Luque -el presidente-, dentro de una nueva tendencia en Sevilla. Ningún ápice a la tarde de Luque. Sí, más para el resultado que abre el debate. Una faena de toreo caro de Diego Urdiales y otra centrada, despaciosa y genuina de Talavante, en la que destacó el toreo al natural



Tuvo la corrida de Núñez del Cuvillo la confirmación de una nueva tendencia. Varios toros de trapío escaso, cuya presentación fue maquillada por el resultado de la tarde. ¡Habrá qué rezar siempre para que embistan! El colorado tercero, de justo remate, marcó de salida su escaso poder en el buen recibo de Daniel Luque a la verónica. De ser capaz de ver toro en todo terreno, siguió Daniel Luque toreando en el quite por el mismo palo y por cordobinas como réplica a uno por chicuelinas de Diego Urdiales. El de Cuvillo embistió con mayor humillación y profundidad por el pitón izquierdo, aunque con la complejidad de venir siempre dormido en el momento del embroque. De esperar mucho con un valor frío, Luque tiró de la embestida en dos series por naturales muy rotundas. Por el lado diestro, le costaba siempre más, dentro de un ejercicio de Luque en alturas, tiempos y trazos. La estocada ya debería estar en el pódium de los jurados. Cortó una oreja. 



Al jabonero sexto fue Daniel Luque administrando a base no apretarlo nunca o de hacerlo ayudándole. Tuvo la desigualdad el astado de aquel que tiene buena intención, pero el poder escaso. De una embestida buena y otra sin pasar. Tiene el público de Sevilla la paciencia perfecta del buen saber esperar, que permite ir construyendo una faena siempre en vista de dejar lo mejor para el final. Apretó Luque en una serie sobre la diestra a todo o nada que sonaba a remate de la faena. Sin embargo, la música comenzó a sonar y prosiguió Luque en los terrenos de cercanías. En tarde de toreo para paladear, se puso en pie el público ante la seguridad de Daniel Luque, que remató su faena por luquecinas. Con la espada fue de nuevo un cañón. El punto de mira pasó del ruedo al palco entre el júbilo popular. Y la decisión tuvo menos certezas y seguridad que la dimensión de Luque en el ruedo, así como la tendencia de que el premio de dos orejas en Sevilla se parece poco más que a una. Y eso no debe ser así.



Comenzó la tarde con una faena de toreo caro de Diego Urdiales al primero, un astado con una embestida sólo puesta al servicio de los elegidos, pues se movió a media altura y siempre con alfileres. De sumo mimo, para que no doblara las manos. De burlarlo sin engañarlo. Cogió el toro mayor fondo por el lado diestro dentro de una faena maciza y de empaque de Urdiales. Tardó la música en sonar con las dos primeras series de derechazos, sin poder remediarlo cuando el riojano se echó la muleta a la mano izquierda. De un toreo sin alardes. Expuesto en cada cite, acompañando cada viaje. Sin espacios muertos. Con torería y sabor añejo hasta los tiempos sin torear, pero delante de la cara del toro. Una vez asentado el toro, los muletazos cobraron dimensión en embroque y en mano bajo. De aquellos que encojen el vientre antes incluso de la reunión en imaginación perfecta. Alternó las manos para que el de ‘Cuvillo’ no dijera hasta aquí frente tanto clasicismo. La estocada fue como la faena: en corto y sincera. El cuarto, tan noble como anodino, no respondió con fondo a las buenas formas de Urdiales.



Más centrado se mostró Alejandro Talavante con el segundo de cara y expresión más de utrero que de cuatreño, con el que se puso a torear en los derechazos genuflexos que sirvieron como inicio a una faena en la que el toro de noble embestida fue perdiendo el celo. Vació el extremeño más la embestida al natural, por donde llegaron los mejores momentos, mientras que por el derecho buscó más la ligazón, dejando siempre la muleta puesta en la cara, para que el de Cuvillo no pasara lista por el tendido. Midió las alturas y los tiempos de un astado que no propiciaba las series largas, sí los muletazos en redondo -cuando el poder se lo permitía- como un cambio de mano monumental. Cortó una oreja. Recibió Talavante al quinto por faroles y comenzó de rodillas cuando el público todavía guardaba en su retina unas embestidas -que no eran su comportamiento- del toro de Cuvillo en el capote de Javier Ambel. Porque bajo la exigencia y en distancia corta, ni había entrega ni había clase. Una faena más pendiente siempre de la ligazón y de la limpieza entre las desordenadas embestidas, dando mayor sensación de reposo cuando el toro embistió con inercias. Enterró el acero al segundo intento, lo que limitó una más que probable petición de oreja en esta nueva tendencia. 

Ficha del Festejo:

Hierro de Núñez del Cuvillo – EspañaPlaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Sexta de abono de la temporada y cuarta de la Feria de Abril. Tres cuartos de entrada. Toros de Núñez del Cuvillo, mal presentados, por su justo trapío y por su desigualdad de hechuras y de caras. Corrida noble, pero muy medida en su juego, justos de raza. Destacó el pitón izquierdo del tercero. 

• DIEGO URDIALES, oreja con petición de la segunda y ovación. 

• ALEJANDRO TALAVANTE, oreja y ovación.  

• DANIEL LUQUE, oreja con petición de la segunda y dos orejas tras aviso. 

Incidencias: Los banderilleros Iván García Jesús Arruga saludaron una ovación tras parear al tercero. El picador Javier García fue ovacionado en el sexto. 

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