por Samuel Poleo
2001
Wimbledon 2025, el torneo que puso fin a 148 años de tradición al eliminar a los jueces de línea, vive un momento polémico. En el partido de octavos entre Sonay Kartal y Anastasia Pavlyuchenkova, el sistema electrónico no marcó una bola claramente fuera. La decisión generó que el punto fuese repetido tras intervención del juez de silla.
Pavlyuchenkova, visiblemente molesta, comentó que la jugada fue “robada”. Por su parte, Kartal mantuvo la compostura, aunque se mostró decepcionada por la falla técnica. El incidente se hizo viral, y rápidamente surgieron críticas al sistema, con usuarios calificándolo de “vergonzoso” y remarcando que “esto no es un videojuego”.
El nuevo sistema electrónico, que reemplazó a los tradicionales jueces de línea y depende de cámaras y sensores Hawk‑Eye, había sido implementado con la promesa de mayor precisión y menor error humano. Sin embargo, voces como la de Emma Raducanu y Jack Draper ya habían alzado la voz reclamando su fiabilidad, calificándolo de “poco preciso”.
Desde el All England Club defienden la tecnología, señalando que cubre cada punto en tiempo real y permitirá afinarla con el tiempo. Además, mencionan que la eliminación de jueces tradicionales busca modernizar el torneo, aunque confesaron que los “match assistants” se mantendrán en pista como respaldo .
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