Jesús Ramírez "El Tato"
Angustia y esperanza se conjugan en la hermosa capital merideña, tierra de cultura y tradiciones.
Angustia por conocer ya, el destino y futuro de las corridas feriales del carnaval taurino, y esperanza por los buenos propósitos que deben prevalecer en quienes tienen el poder de decidir lo mejor para su terruño.
Mérida, cobijada por la sierra nevada, aposenta en sus entrañas a gente de gran elevación humana y espiritual. La hermosa ciudad de empinadas calles, es atalaya de cultura que está viendo en sus blancos picos el quejumbroso accionar del silencio qué solo arrastra incertidumbre.
Pero Mérida no está adormecida, más bien está altiva y muy pendiente de su feria, de su desfile, exposiciones y corridas que por las fiestas carnestolendas, encienden el motor de la economía, la alegría y el taurinismo.
Los días pasan y el silencio envuelve la plaza de toros y sus oficinas. Pero confiamos... que ésta semana debemos saber los proyectos que están adelantados y existen, con nombres de toreros y ganaderías, venta de abonos y fechas definitivas en lo que podría llamarse un nuevo amanecer taurino en la estudiantil ciudad. Y es que en el complejo mundo taurino, lo que ayer era, hoy no es. Todo cambia y se reinventa con una "Fiesta Brava" que es sinónimo de expresión cultural y popular, que enriquece las economias locales y promueve la esperada inyección económica
No hay comentarios:
Publicar un comentario