lunes, 17 de septiembre de 2012

LA FERIA TAURINA DE CALI EN PICO DE ZAMURO




“El arreglo es posible, pero lo impide la lucha de poderes”, afirmó el Doctor Jorge Enrique Manrique
Tras la nota publicada con relación al diferendo entre la Plaza de Cali y la Fundación, estuvimos a entrevistar al doctor Jorge Enrique Manrique.



Enrique Avilán
Foto: Julián Velasco
 
- ¿Cree posible que se  dé una solución al diferendo entre Plaza y Fundación?
"Más de una vez se ha demostrado que el arreglo es posible y hasta se han planteado varios escenarios de solución, pero desafortunadamente la lucha de poderes entre las partes no ha permitido que este asunto llegue, por fin, a feliz término. Nadie quiere perder y así es difícil. A la hora de hacer consideraciones y pensar en grande la afición es lo que menos importa en las cuentas de las partes en conflicto. La Fiesta está el peligro, pero ni esta circunstancia conmueve".

- La negociación de los parqueaderos con Falabella, ¿puede ser positiva para la empresa y para las futuras temporadas?
"El negocio con Falabella es una buena salida. Necesitamos recursos para tener buenas temporadas a precios justos para los aficionados. Sería lamentable dejar perder esta oportunidad".

- El deterioro de asistencia de público a las temporadas caleñas, es producto de deficientes manejos administrativos y podría solucionarse si se da la negociación con Falabella?
"No es hora de buscar culpables. Hay que ponerle el pecho a las circunstancias y si Bogotá cierra por el capricho de un gobernante, Cali está ante el riesgo de extinguirse por falta de grandeza de quienes tomas decisiones sobre los destinos de la temporada".

- De realizarse la negociación con Falabella, aparte de la solución a los problemas actuales entre las dos entidades, puede ser benéfico para la ciudad y para el futuro desarrollo de las temporadas taurinas y para la presentación de espectáculos diversos en el coso de Cañaveralejo?
"Lo de Falablella representa la oportunidad de modernizar la temporada con recursos, promoción, mercadeo y una fuerte inversión en cultura taurina. El negocio no es simplemente contratar figuras y ganaderías. Hay que alimentar la atmósfera que gira en torno a la Fiesta y la tradición taurina de la ciudad".

- Cree que, aparte de la crisis que vive la fiesta a nivel nacional e internacional, con el posible cambio relacionado con la negociación con Falabella, ¿la fiesta puede volver a tomar un impulso que permita volver, al menos, a lo que fue en nuestro medio en los años 80 y 90?
"No podemos caer en la nostalgia de la idea, recuperar el sentido cívico, que tuvo la Cali  de los años 70 o volver a los tiempos gloriosos de los 80 o los 90 cuando los abonos de Cañaveralejo se agotaban desde marzo. Tanto en la ciudad como en los toros hay nuevas realidades que requieren posiciones claras de los dirigentes. Hablo del alcalde, Rodrigo Guerrero, del gobernador, Ubeimar Delgado, de la

Plaza y de la Fundación. Si no hay voluntad política para defender la tradición taurina de Cali, en poco tiempo veremos únicamente voleyboll playa en el ruedo de Cañaveralejo como está sucediendo actualmente con La Santamaría que se extingue ante la mirada impasible de nuestra dirigencia que no ha tenido la entereza de defenderla como patrimonio histórico y cultural no sólo de Bogotá sino del país".
Fuente: Toros En El Mundo

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