“El arreglo es
posible, pero lo impide la lucha de poderes”, afirmó el Doctor Jorge Enrique
Manrique
Tras
la nota publicada con relación al diferendo entre la Plaza de Cali y la Fundación, estuvimos a
entrevistar al doctor Jorge Enrique
Manrique.
Enrique Avilán
Foto:
Julián Velasco
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¿Cree posible que se dé una solución al diferendo entre Plaza y
Fundación?
"Más de una vez se ha demostrado que el arreglo es
posible y hasta se han planteado varios escenarios de solución, pero
desafortunadamente la lucha de poderes entre las partes no ha permitido que
este asunto llegue, por fin, a feliz término. Nadie quiere perder y así es
difícil. A la hora de hacer consideraciones y pensar en grande la afición es lo
que menos importa en las cuentas de las partes en conflicto. La Fiesta está el peligro,
pero ni esta circunstancia conmueve".
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La negociación de los parqueaderos con Falabella, ¿puede ser positiva para la
empresa y para las futuras temporadas?
"El negocio con Falabella es una buena salida.
Necesitamos recursos para tener buenas temporadas a precios justos para los
aficionados. Sería lamentable dejar perder esta oportunidad".
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El deterioro de asistencia de público a las temporadas caleñas, es producto de
deficientes manejos administrativos y podría solucionarse si se da la
negociación con Falabella?
"No es hora de buscar culpables. Hay que ponerle el
pecho a las circunstancias y si Bogotá cierra por el capricho de un gobernante,
Cali está ante el riesgo de extinguirse por falta de grandeza de quienes tomas
decisiones sobre los destinos de la temporada".
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De realizarse la negociación con Falabella, aparte de la solución a los problemas
actuales entre las dos entidades, puede ser benéfico para la ciudad y para el
futuro desarrollo de las temporadas taurinas y para la presentación de
espectáculos diversos en el coso de Cañaveralejo?
"Lo de Falablella representa la oportunidad de modernizar
la temporada con recursos, promoción, mercadeo y una fuerte inversión en
cultura taurina. El negocio no es simplemente contratar figuras y ganaderías.
Hay que alimentar la atmósfera que gira en torno a la Fiesta y la tradición
taurina de la ciudad".
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Cree que, aparte de la crisis que vive la fiesta a nivel nacional e
internacional, con el posible cambio relacionado con la negociación con
Falabella, ¿la fiesta puede volver a tomar un impulso que permita volver, al
menos, a lo que fue en nuestro medio en los años 80 y 90?
"No podemos caer en la nostalgia de la idea,
recuperar el sentido cívico, que tuvo la Cali de los años 70 o volver a los tiempos
gloriosos de los 80 o los 90 cuando los abonos de Cañaveralejo se agotaban
desde marzo. Tanto en la ciudad como en los toros hay nuevas realidades que
requieren posiciones claras de los dirigentes. Hablo del alcalde, Rodrigo
Guerrero, del gobernador, Ubeimar Delgado, de la
Plaza
y de la Fundación. Si
no hay voluntad política para defender la tradición taurina de Cali, en poco
tiempo veremos únicamente voleyboll playa en el ruedo de Cañaveralejo como está
sucediendo actualmente con La
Santamaría que se extingue ante la mirada impasible de
nuestra dirigencia que no ha tenido la entereza de defenderla como patrimonio
histórico y cultural no sólo de Bogotá sino del país".
Fuente: Toros En El Mundo
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