El vizcaíno corta una oreja de un manejable ejemplar y otra de notable peso frente a un toro temperamental y exigente de Juan Pedro Domecq
Íñigo Crespo
El primero fue un toro noble, con mucha clase,
pero muy blando y justo de fuerzas. Lo saludó Juan José Padilla con dos
largas cambiadas de rodillas, hilvanando después una faena de mucho
oficio, temple y pulseo, en la que afianzó al animal en la media altura a
base de templar su embestida sobre amnas manos. Imprimió además su
habitual dosis de entrega y, tras matar de estocada, le pidieron
mayoritariamente una oreja que el presidente, sin embargo, no quiso
conceder. Dio la vuelta al ruedo.
El manejable cuarto se movió sin mayor entrega. Padilla de nuevo dio dos largas cambiadas de rodillas a las que siguieron unos cuantos lances vistosos. Clavó dos primeros pares de banderillas de poder a poder y un tercero al violín. Brindó al público una labor iniciada de rodillas y que tuvo temple y ligazón. No se dejó nada atrás el de Jerez, que llevó la embestida a media altura y supo en qué momentos apretar a su oponente. No faltaron los desplantes antes de la media estocada final.
Se lidió en segundo lugar un toro manejable, con fijeza y buena condición pero que no terminó de entregarse. Fandiño realizó un quite por chicuelinas y tafalleras, respondiéndole Talavante con un buen quite por chicuelinas. Entró de nuevo Fandiño y replicó al extremeño por ajustadas tafalleras. Brindó al público el de Orduña una labor iniciada con un pase cambiado en los medios ligado a una capeína. Toda la faena tuvo temple y ligazón, cogiendo bien al toro distancias y alturas y aportando firmeza en su toreo. Concluyó con bernadinas y media estocada y paseó una oreja.
Otra arrancó del quinto, un toro con mucha movilidad pero nula entrega, nada fácil, exigente y que nunca quiso tomar la muleta por abajo. Lo saludó Fandiño con buenos lances a la verónica de salida y brindó su quehacer a Diego Urdiales. Convencido y seguro desde el principio, el coleta vasco se fajó bien con su oponente y gobernó al complejo animal, pasándoselo muy cerca y ciñéndose con él. Coronó con una gran estocada y tocó pelo de nuevo.
Alejandro Talavante fue silenciado tras lidiar al deslucido tercero, que se quedaba corto y se mostró muy bajo de raza. El torero, lucido a la verónica de salida, realizó una faena breve y sin historia frente a un animal que marcó muy pronto su deslucida condición. Mató de pinchazo y estocada trasera.
Logroño (La Rioja), 23 de septiembre de 2013. Cuarta de la Feria de San Mateo. Toros de Juan Pedro Domecq para Juan José Padilla, vuelta al ruedo tras fuerte petición y oreja tras aviso; Iván Fandiño, oreja tras aviso y oreja; y Alejandro Talavante, silencio. Entrada: Más de media plaza.
El manejable cuarto se movió sin mayor entrega. Padilla de nuevo dio dos largas cambiadas de rodillas a las que siguieron unos cuantos lances vistosos. Clavó dos primeros pares de banderillas de poder a poder y un tercero al violín. Brindó al público una labor iniciada de rodillas y que tuvo temple y ligazón. No se dejó nada atrás el de Jerez, que llevó la embestida a media altura y supo en qué momentos apretar a su oponente. No faltaron los desplantes antes de la media estocada final.
Se lidió en segundo lugar un toro manejable, con fijeza y buena condición pero que no terminó de entregarse. Fandiño realizó un quite por chicuelinas y tafalleras, respondiéndole Talavante con un buen quite por chicuelinas. Entró de nuevo Fandiño y replicó al extremeño por ajustadas tafalleras. Brindó al público el de Orduña una labor iniciada con un pase cambiado en los medios ligado a una capeína. Toda la faena tuvo temple y ligazón, cogiendo bien al toro distancias y alturas y aportando firmeza en su toreo. Concluyó con bernadinas y media estocada y paseó una oreja.
Otra arrancó del quinto, un toro con mucha movilidad pero nula entrega, nada fácil, exigente y que nunca quiso tomar la muleta por abajo. Lo saludó Fandiño con buenos lances a la verónica de salida y brindó su quehacer a Diego Urdiales. Convencido y seguro desde el principio, el coleta vasco se fajó bien con su oponente y gobernó al complejo animal, pasándoselo muy cerca y ciñéndose con él. Coronó con una gran estocada y tocó pelo de nuevo.
Alejandro Talavante fue silenciado tras lidiar al deslucido tercero, que se quedaba corto y se mostró muy bajo de raza. El torero, lucido a la verónica de salida, realizó una faena breve y sin historia frente a un animal que marcó muy pronto su deslucida condición. Mató de pinchazo y estocada trasera.
Logroño (La Rioja), 23 de septiembre de 2013. Cuarta de la Feria de San Mateo. Toros de Juan Pedro Domecq para Juan José Padilla, vuelta al ruedo tras fuerte petición y oreja tras aviso; Iván Fandiño, oreja tras aviso y oreja; y Alejandro Talavante, silencio. Entrada: Más de media plaza.
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