Dramático final de una tarde desastrosa, por culpa del ganado. El sexto toro resulta tan deslucido como todos sus hermanos. A la muleta llega brusco y rajado. David Galván es
un joven torero de San Fernando (Cádiz), que maneja los trastos con
evidente soltura y buen estilo. Al segundo muletazo, la res sale huyendo a tablas. Insiste en ese terreno pero el toro no hace caso: basta un segundo para quesurja el percance: cornada grave en el muslo derecho. Lo llevan a la enfermería y mata el toro de un feo bajonazo Joselito Adame.
Así concluye una tarde que, desde el comienzo, parecía gafada. La única ovación la recibe Galván en el tercero, un colorado de Daniel Ruiz,
manso, huido y flojo. Lo muletea muy compuesto, aunque el toro se ha
rajado por completo. Se agradece su valor cuando lo mata, refugiado en
tablas.
Comienza lo malo cuando se rechazan cinco toros de Daniel Ruiz y se remienda la corrida con dos de Fuente Ymbro (5º y 6º). Dos de esta ganadería se lidiarán también como sobreros. Los de Daniel Ruiz, la ganadería anunciada, son pobres de presentación y juego. Los de Fuente Ymbro se rajan y se acaban. ¡Vaya conjunto!
Está claro que la empresa no puede obligar a un torero a que venga, pero sí está obligada a presentar reses dignas
de esta Plaza. Los de este martes y los de mañana son de ganaderías
predilectas de las figuras. Ya se ha visto lo que ha ocurrido. Y para
este miércoles han sido ya rechazados seis de Garcigrande. Quizá, al no venir estos toreros, podían haberse cambiado también algunas ganaderías.
Toro anovillado
El inicio es desastroso,
con un toro anovillado, que no debió ser aprobado. Es lógico que
surjan, en el tendido, esas voces que aquí suelen calificar como propias
de Madrid: «¡Toros!»
A Joselito Adame se le ve puesto, sobrado. No nota la diferencia entre
este toro y los que mata en su país... quizá porque es muy exigua. Le da
distancia, lo torea en línea, saca muletazos con oficio pero sin
brillo. Mata con decisión. (Había gritado un guasón: «¡No lo mates, dale un susto!»)
El sobrero de Fuente Ymbro que hace cuarto pesa cien kilos más que el de Daniel Ruiz al que sustituye. Joselito, muy seguro, le busca las vueltas con listeza pero el toro se raja, se acobarda en tablas, se acaba echando.
El sobrero de Fuente Ymbro que hace segundo es noble y soso, embiste como un carretón suave.Nazaré muletea compuesto, aseado, pero sin enemigo: no puede haber emoción. Prolonga la faena y se eterniza con el descabello.
El quinto flaquea, protesta, echa las manos por delante; enseguida, se acaba por completo. De nada sirve la voluntad del diestro, que esta vez mata bien.
Triste final para una triste tarde. Sin toros, no hay nada, ni siquiera en la bellísima Plaza de Sevilla.
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