Toros de El Pilar para Ponce, Manzanares y Galván
ESTHER NARANJO, Algecira
Manzanares y Galván dieron una gran dimensión esta tarde en Algeciras, mostrando el mayor de sus talentos y lograron salir en hombros. Además, Manzanares cumplió lo que un día prometió al de Gibraltar: brindarle un toro el primer día que actuaran juntos...
El quinto fue un gran toro al que Manzanares lanceó de forma sublime hastra llegar justo a la boca de riego, en verónicas verticales en las que se entretuvo en verter muy bien los brazos y las muñecas. Se trataba de un toro al que le hizo las cosas a afavor, no le quiso atacar en varas y, por ende, llegó con muy buen son a la muleta. A partir de ahí fue todo un compendio de torería: Manzanares con las ideas despejadas, con mucha seguridad en sí mismo y con confianza Fue un toro bravo que tan sólo perdió gas al final de la faena por un fallo en su mano derecha. Fue, sin duda, una faena llena de ritmo, ligando mucho por el pitón derecho y llevando muy hondo al toro por el izquierdo. Un espadazo de libro llevó a sus manos las dos orejas.
La primera tanda de Manzanares al segundo fue todo un compendio de empaque, composición y temple: sería el preludio de lo que acontecería, pues la segunda tuvo el mismo tono, pero con el plus de un remate por una eterna trincherilla que llenó de un eterno olé el Coso de las Palomas. Bajó el tono de la faena por el pitón izquierdo, por lo que el alicantino volvió a la mano diestra con la que, de nuevo, se vació. Pero ahora se vino un punto abajo el astado, por lo que comenzó a torear en corto, completando dos circulares que fueron digna conclusión para un final en que el de El Pilar se vino abajo. Dejó una estocada y cortó la oreja.
Muy valiente anduvo David Galván ante el tercero, un toro que hizo atisbos de rajarse en faena pero con el que estuvo firme. Le enjaretó varias tandas por ambos pitones en las que el de El Pilar mostró un tranco monótono, al que le faltaba la chispa transmisoria y toda la fuerza del mundo. Todo lo puso el torero, que al ver la embestida de su enemigo tiró por su propia voluntad. Fue un toro al que le faltó clase y calidad, pero ante el que el arrimón final, junto con una gran estocada, fue clave para el resultado final. Paseó las dos orejas entre el clamor popular de la afición algecireña. Hubo, en este toro, dos tandas de naturales que fueron las más templadas, profundas y hondas de toda la Feria. Pero peca Galván de un problema: la medición de la faena, pues se pasó de tiempo el torero de Gibraltar, y a veces la autoconfianza le hizo abusar del toro.
Se paraba de salida "Bellito", el cierraplaza, un toro que no se desplazaba y no le puso las cosas fáciles a David Galván. Fue un toro sin recorrido, al que le faltó emoción en su embestida y, por ende, transmisión. No pudo sino justificarse a base de valor seco, siendo silenciado tras su labor.
Elegante el recibo capotero de Enrique Ponce al primero de la tarde, queno acusó defectos en este primer tercio. Posteriormente, y tras recibir un puyazo, se vino abajo en banderillas y su embestida fue a menos por momentos. Tenía un viaje muy corto el de El Pilar, al que Ponce fue encelando pero que no consiguió sonsacar la poca chispa que tenía. Finalmente fue silenciado tras marrar en varias ocasiones con el acero. De nuevo la espada le privó de triunfo frente al cuarto, al que ejecutó una faena intermitente ante un animal que mostró, como su primer hermano, la sosería materializada en una embestida monótona. Aún así el valenciano, que dejó grandes detalles capoteros, se mostró resolutivo con la franela y basó su trasteo en la mano diestra. Intentaba completar las tandas, pero el de El Pilar no terminaba con clase el viaje y Ponce no pudo lucirse por ese defecto. Dejó grandes finales, por bajo, pero la espada no entró, pinchando hasta en cuatro ocasiones. Se mostró desconfiado ya el de Chiva y dejó una estocada al quinto intento.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Algeciras. Última de Feria. Dos tercios de entrada en tarde soleada y agradable.
Toros de El Pilar, primero peligroso; segundo a menos; tercero desclasado; cuarto informal; quinto soso y a menos; sexto desclasado.
Enrique Ponce, silencio y ovación tras aviso.
José María Manzanares, oreja y dos orejas.
David Galván, dos orejas y silencio.
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