En las próximas semanas se sabrá si vuelven las corridas de
toros a la capital del país, mientras un grupo de novilleros mantiene
una huelga de hambre afuera de la plaza La Santamaría.
A
pocos días de que la Corte Constitucional, uno de los cuatro altos
tribunales de Colombia, decida si las corridas de toros vuelven o no a
Bogotá, siete novilleros siguen apostados en huelga de hambre frente a
la plaza La Santamaría como presión para que caiga la medida del alcalde
Gustavo Petro, quien dejó sin fiesta brava a esta capital.
Al principio eran ocho los manifestantes, pero uno de ellos, José Luis
Vega, enfermó el lunes y hubo necesidad de llevarlo a un centro médico
porque su estado de inanición era alarmante, dijo a The Associated Press
Diego Torres, un joven torero de 19 años que cree que Petro se equivocó
cuando en 2012 hizo todo para que se acabaran las corridas de toros.
Los siete, según dijeron, sólo se alimentan con suero oral.
"Acá
estamos esperando a que el Alcalde se pronuncie sobre la plaza (de
toros). Qué va a pasar con la plaza, porque el hombre nos marginó, aquí
todo el mundo nos mira (a los toreros) como la peor escoria del mundo",
dijo Torres, quien sostuvo además que el Alcalde con su decisión les
quitó el derecho constitucional al trabajo. El burgomaestre "nos dejó
sin trabajo... Nosotros ganamos por corrida un poco más del salario
mínimo dependiendo de la plaza".
A los pocos días de su posesión,
Petro anunció su intención de que no hubiera más toros en Bogotá, con
el argumento de que había que impulsar eventos en pro de la vida y no de
la muerte.
Si bien el Alcalde no prohibió como tal las corridas
de toros, se abstuvo de renovar el contrato con la Corporación Taurina
de Bogotá, una entidad de carácter privado que administraba la plaza La
Santamaría, la única de la ciudad. Felipe Negret, gerente de la
corporación, no respondió reiterados llamados telefónicos de la AP para
comentar al respecto.
A raíz del cierre de La Santamaría como
plaza de toros, los aficionados bogotanos se han visto obligados a ver
el espectáculo en municipios vecinos a Bogotá como Choachí, Mosquera o
Soacha. También en localidades del departamento de Boyacá como Duitama o
Sogamoso. La última vez que hubo toros en Bogotá fue en la temporada
enero-febrero de 2012.
Uno de los nueve magistrados de la Corte
Constitucional le dijo a la AP que la próxima semana se decidirá si la
medida de Petro fue o no ajustada a la ley. El jurista exigió el
anonimato por no estar autorizado para hablar públicamente.
La
corte fallará sobre una acción de tutela interpuesta por la Corporación
Taurina de Bogotá, que cree que Petro no podía romper unilateralmente el
contrato que vencía en marzo de 2015. Según ha trascendido en medios
locales, la tutela presentada por la corporación, al parecer, cuenta con
el beneplácito de la mayoría de magistrados de la corte.
A raíz
de la huelga de hambre de los ocho novilleros, Petro no se ha callado y
en su cuenta oficial de Twitter escribió: "¿Cómo es posible que los que
le ordenan a los jóvenes taurinos morirse de hambre no hacen ellos
huelga de hambre? ¿No es acaso un delito?".
Con ese mensaje,
según Torres, Petro ha dado a entender que ellos están siendo pagados
por las altas clases bogotanas, que normalmente son las que van a las
corridas. Los novilleros lo niegan y, por el contrario, han dicho que la
huelga de hambre fue una iniciativa propia y que no están en ella ni
por dinero ni por incitación de alguien.
En tanto, Martha Lucía
Zamora, secretaría general de la Alcaldía, sostuvo a la AP que están a
la espera de la determinación de la Corte Constitucional y que
cualquiera sea el fallo del alto tribunal tendrá que ser acatado y
respetado.
Prohibir las corridas de toros en Bogotá "es una
alcaldada del alcalde (Petro)", sostuvo a la AP Antonio Caballero, un
periodista experto en toros, columnista de la Revista Semana.
En
su concepto, se trata "de los derechos de las minorías. El alcalde
Petro, que se considera una minoría, que efectivamente fue elegido por
una minoría para la Alcaldía de Bogotá, exige que se respeten sus
derechos..., pero no respeta los derechos de otras minorías que (como
los aficionados a la tauromaquia) a él no le gustan".
César
Rincón, el mejor torero de todos los tiempos de Colombia y uno de los
mejores del mundo en su momento, invitó a los bogotanos para que
defiendan la fiesta brava y su plaza de toros.
"La propuesta de
los novilleros en huelga de hambre a las puertas de la plaza de toros de
Bogotá es muy admirable y debemos sumarnos y apoyarla", aseguró Rincón
desde España.
Por su parte, Diego Torres, dijo que "sería
maravilloso que el maestro Rincón nos acompañara, no a la huelga de
hambre, sino a esta lucha que es de todos".
La tauromaquia
Son
pocos los países del mundo donde se practica la tauromaquia. En España
están prohibidas las corridas en Cataluña. En Portugal hay, pero no se
puede matar al animal. También hay tauromaquia en México, Venezuela,
Colombia, Perú y Ecuador. En Quito se admiten corridas de toros, pero
sin matar al toro.
En Colombia las corridas de toros se remontan a
los años de 1800. Actualmente existen más de 300 plazas en todo el
territorio nacional y se calcula que anualmente se realizan un centenar
de corridas.
El dinero que mueve la fiesta taurina sólo en la
capital es alto, y la temporada bogotana, entre enero y febrero de cada
año con seis corridas, mueve unos 7.000 millones de pesos, según la
Corporación Taurina de Bogotá.
En países como México y Venezuela,
por ejemplo, las corridas de toros son parte de las tradiciones
culturales, teniendo los escenarios más grandes de Latinoamérica:
México, con la Plaza Monumental, de 40.000 espectadores, y Venezuela,
con la plaza Monumental de Valencia, con capacidad para más 20.000
personas.
Por todas esas cifras, por la importancia del arte, es
que los novilleros manifestantes en la plaza del centro bogotano
consideran que los toros deben volver a La Santamaría, dijo el novillero
Daniel Garzón, de 19 años.
"De aquí no nos vamos a mover" hasta
que los toros vuelvan a la capital, enfatizó Garzón el miércoles en
medio del frío helado que baja del cerro Monserrate.
"Nos dijeron
que hace tres o cuatro días, una noche la temperatura estuvo en cero
grados", sostuvo Andrés Manrique, de 23 años e hijo del famoso matador
Pepe Manrique.
Dijo que ha bajado seis kilos en los nueve días de
huelga de hambre que llevaba hasta el miércoles. "Aquí estaré hasta que
me dé el cuerpo. Si me enfermo, alguna cosa se hará".
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