Tarde feliz en Ciudad Real. La corrida monstruo de ocho toros acabó con la puerta grande de los cuatro matadores y el mayoral de la ganadería de Torrealta. El máximo triunfador fue El Juli, que indultó al sexto, de nombre «Golfo», y brindó una tarde soberbia, de máxima figura.
La tarde de las figuras no decepcionó en Ciudad Real, sobre
todo El Juli, quien después de anunciarse en la capital manchega varias
veces por fin disfrutó de lo lindo e hizo disfrutar toreando como mejor
sabe. Impresionante el mando del madrileño ante el sexto de la tarde, número 35, de 553 kilos, al que acabó indultando ante el fervor de los tendidos ciudadrealeños, informa Efe.
En su primero también cuajó una rotunda y soberana actuación,
que le valió para pasear las dos orejas de su manejable antagonista, lo
que fue ya el descorche triunfal de un festejo que tuvo también
momentos muy notables por parte de los otros tres contendientes.
Enrique Ponce anduvo en profesional toda la tarde, lo que le valió para pasear una oreja de cada toro de su lote.
Miguel Ángel Perera
se esforzó sobre todo en su segundo, en una porfía de autoridad y mando
después del faenón del Juli en el toro anterior, que puso las cosas muy
difíciles para sus compañeros. En su primero fue ovacionado tras una
faena también de voluntad.
Alejandro Talavante brilló
con el capote en su primero, pleno de disposición, en los que fueron
los pasajes más entonados de esta labor. En el que cerró plaza, que
punteaba los engaños y no terminaba de pasar, el extremeño porfió
justificándose y matando de manera extraordinaria.
Este fue el balance: Enrique Ponce, oreja en ambos; El Juli, dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos; Miguel Ángel Perera, saludos y dos orejas; Alejandro Talavante, saludos y dos orejas. La plaza registró tres cuartos de entrada.
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