lunes, 8 de septiembre de 2014

El gran poso de Emilio de Justo y el gesto de Miguelín Murillo

Entretenido festejo del día de la región con dos buenos toros de Luis Albarrán

A. H., Almendralejo (Badajoz)
Miguelín Murillo reivindicó, por doble partida, el toreo en Extremadura y Colombia, toreando con una muleta con la bandera de Extremadura en una bamba y, en la otra, con la bandera colombiana. Así, tras una faena en la que dejó detalles de regusto y en la que hubo momentos muy encajados por el pitón derecho, logró deosrejar al de Luis Albarrán.

Gran dimensión la que ofreció Emilio de Justo ante sus paisanos. El extremeño fue capaz de templarse y de darle mucha profundidad a una faena de mucho gusto a un animal con exigencia, pero también con virtudes de Luis Albarrán.Hubo que hacerlo, sin embargo, y ahí salió el oficio de un torero maduro que supo esperar el momento patra pegarle treinta muletazos de excelsa categoría y un espadazo que le valió el doble trofeo.
Mala suerte tuvo Jairo Miguel, que fue prendido al ejecutar una verónica y recibió el cuerno en el muslo derecho. Aún así, banderilleó y continuó con la faena. No quiso cercanías en los inicios el de Albarrán, pero supo cogerle el aire muy pronto Jairo, sacrificando la ligazón en favor del muletazo largo para encelar. Muy por encima el torero, que supo solucionarle los defectos a un animal que tuvo muchos, pero que marró con el acero la faena asentada.

Tuvo buen son el cuarto de salida, para que le ofreciese Julio Parejo verónicas que varió con chicuelinas y una revolera ala trágala por el celo que ofreció el animal. Pero nunca terminó de romper el toro de viaje corto, que se pensó las arrancadas y no las terminó nunca. Porfió Parejo, dándole distancia para aprovechar la inercia, pero a penas algún natural estimable aceptó el de Albarrán, entre cuyos pitones terminó Julio para justificarse.

Valiente fue el trasteo de Daniel Morales ante el quinto, un toro que se rajó pronto y buscó el camino a tablas desde el inicio de la faena de muleta. Allí, donde quiso el animal, le invadió los terrenos el extremeño, que derrochó valor y hasta inconsciencia en ocasiones, con mucha seguridad en todo lo que hizo. Dos pinchazos y media estocada no impidieron la concesión de una oreja.

También con una oreja cerró Tomás Campos el festejo extraordinario en Almendralejo. Mostró el pacense su concepto suave y templado con un toro de media humillación y media embestida que no terminó de romper nunca y que se fue a menos a lo largo de la lidia. Se la echó Campos con verdad y pureza y apostó con el animal, complicado a medida que avanzaba la lidia. Se cortó en la mano al entrar a matar, pero paseó el trofeo arrancado a ley.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Almendralejo. Corrida del Día de Extremadura. Seis toros de Luis Albarrán, bien presentados y manejables, pero desiguales de entrega y celo.

Miguelín Murillo, dos orejas.
Emilio de Justo, dos orejas.
Jairo Miguel, ovación tras aviso.
Julio Parejo, oreja.
Daniel Morales, oreja.
Tomás Campos, oreja.

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