domingo, 21 de septiembre de 2014

Miguel Ángel Perera corta cinco orejas en su encerrona con seis toros en Nimes

Miguel Ángel Perera ofreció una gran dimensión en su encerrona con seis toros de Jandilla y Vegahermosa, que lidió un conjunto variado pero del que se esperaba más. La figura extremeña deslumbró en su histórica tarde en la plaza francesa de Nimes, donde cortó un total de cinco orejas hasta salir en volandas por la Puerta de los Cónsules.

Perera torea a la verónica con las dos rodillas en tierra
El torero de La Puebla de Prior, con diez años de alternativa, saludó una ovación tras pasaportar al primer jandilla, muy noble pero al que le faltó chispa. Una oreja cortó del manejable segundo, que tuvo menos calidad que el anterior pero sí más transmisión. Faena muy asentada de Perera, que toreó con mucho temple en una labor muy variada que empezó por doblones, después con cambios por la espada y cerrada con muletazos en redondo. Mató de buena estocada, según crónica de mundotoro.
 
Miguel Ángel Perera corta cinco orejas en su encerrona con seis toros en Nimes
m. lópez
Perera, en banderillas
Saludó al tercero con una larga cambiada de rodillas para después ceñirse por chicuelinas. Muy firme, inició por alto una labor profunda al natural. Bajó mucho la mano del exigente toro por el buen pitón izquierdo y acabó con un sincero arrimón. Mató de una contundente estocada. Cortó una oreja con leve petición de la segunda.

Banderillas

Una gran faena fimó al cuarto, al que recibió con verónicas rodilla en tierra para después ejecutar un ajustado quite por gaoneras. El anfiteatro le ovacionó y Perera correspondió poniendo banderillas en un tercio muy bueno, sobre todo el último par al quiebro por los adentros. Brindó a El Juli para dejar pases cambiados y muletazos relajados y con inspiración, que pusieron la plaza en pie. Tras un pinchazo cobró una estocada. El toro, que se había venido abajo, tardó en caer, por eso su labor quedó reducida a un solo trofeo. 

Desorejó al quinto, con el hierro de Vegahermosa. Quietud y suavidad con el capote a un toro con mucha clase, al que cuajó una gran obra sin ayuda. Naturales con la derecha y con la izquierda en muletazos largos a compás, acompañando la embestida. Cuando el rival se paró, hizo otro ejercicio de ojedismo y en las dos útimas tandas los pitones le acariciaron la taleguilla haciendo rugir al Coliseo. Estocada hasta la bola y descabello. Dos orejas de ley.
 
El sexto fue otro vegahermosa que no le dio opción a Perera, que se mostró muy firme y lo intentó en una labor que no llegó al tendido por la condición de su oponente. Oyó palmas antes de ser aupado a hombros en una plaza que registró más de tres cuartos de entrada.

No hay comentarios: