domingo, 12 de octubre de 2014

Un gran "palha" y un puñado de dudas

Fue el cierraplaza un toro con las de la ley. Ni una ovación escucharon Guerrita Chico, Sánchez Vara e Israel Lancho

 
CARLOS PALACIO, Madrid

Fue tarde de extraña bravura, de esas que muestran virtudes por momentos y que se olvidan en otros muchos. De sosería en minutos y emoción de peto en otros. No tuvo mal aire el primero toro del lote de Sánchez Vara, que quiso imprimir vistosidad en su labor con una larga cambiada en el saludo y un animoso tercio de banderillas. Sin embargo, en la muleta no encontró el acople con un toro que se desplazó con longitud, repitió queriendo tomar las telas con más intención que clase y se aburrió pronto. Francisco quiso, pero no pudo, aunque mató bien. Una bonita y enclasada pelea en el caballo ofreció el cuarto, que empujó con fijeza y alegría bajo el peto y dio paso al momento más vistoso de la tarde, cuando Raúl Ramírez saltó con la garrocha antes de un lucido tercio de banderillas de Sánchez Vara, pero todo quedó ahí, pues el toro se desfondó pronto y se paró en la muleta.

Confirmó Guerrita Chico con un toro de Palha tan serio como flojo, que tuvo alegría en el caballo y buen intención al tomar los engaños, pero se quedó sin fuelle desde la ceremonia. Así, a pesar de la disposición del caleño, la falta de fuerza del toro se tradujo en actitud defensiva. Guerrita, capaz, pinchó una faena solvente. Cadencia, suavidad y armonía tuvieron las verónicas con las que el colombiano saludó y quitó al quinto, un toro que mostró clase por el pitón derecho, pero que, tras una lidia desordenada, terminó tornando esa clase en aspereza. Guerrita, siempre cruzado, no atinó en sacar la muleta por abajo, aunque el toro tampoco humilló y punteó con violencia la tela más de lo debido.

Tenía morbo el tercero, pues era el reencuentro de Israel Lancho con una ganadería que casi cobró su vida en esta misma plaza años atrás. Y humilló con el capote el de Palha, pero no terminó de romper en la muleta, en donde las dudas del diestro no permitieron afianzar las cualidades que pudo tener el toro antes de que tirara la toalla y renunciara a la pelea. No fueron afortunados los primeros tercios de la faena del sexto, en la que Lancho estuvo desentendido de la lidia y la gente se lo reprobó en el brindis, pero luego, con la muleta, quiso reivindicarse y aunque consiguió algún muletazo estimable, no alcanzó a estar a la altura de un toro bravo en el caballo, encastado y noble en la muleta y con fondo del bueno.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Madrid-Las Ventas. Corrida de la Hispanidad.
Toros de Palha,
Guerrita Chico, que confirma la alternativa, palmas y silencio.
Sánchez Vara, silencio y silencio.
Israel Lancho, silencio y silencio.

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