martes, 17 de febrero de 2015

MÉRIDA Castaño indulta a Viudo Alegre

Indulto y pasión



MUNDOTORO
Fotos: Germán D' Jesús Cerrada
www.notiferias.tk 
Mérida (Venezuela). La jornada maratoniana que cerró la Feria del Sol de Mérida guardará para el recuerdo dos nombres: Javier Castaño y Viudo Alegre, de La Cruz de Hierro. El salmantino cuajó una faena variada, estética de valor y ganas con un gran compañero de viaje que fue indultado entre el clamor de la afición. Esaú Fernández regaló el sobrero y paseó una oreja igual que Leandro Rivera. Completó el cartel Jonathan Guillén que estuvo tesonero. El público se divirtió y vivió con auténtica pasión el último festejo de la feria.

 Arrancó Castaño la faena al cuarto en el tercio y sentado en la silla. Aguantó hasta cuatro acometidas para después continuar de rodillas por derechazos. La faena no bajó del nivel en ningún momento entre la locura colectiva. Viudoalegre, de La Cruz de Hierro, fue la pareja perfecta del salmantino por su bravura, buen son y humillación. Coronó la faena al gran ejemplar con el indulto después de la petición de toda la plaza en pie. Apretó el primero de Los Aranguez en el caballo y desarrolló genio en la faena de muleta. Javier Castaño supo aguantar los arranques y las miradas del astado, que desarrolló peligro. El salmantino estuvo muy tesonero en su faceta de lidiador para evitar las dificultades del toro. Mató de una buena estocada.

El noveno de regalo saltó al callejón pero, afortunadamente, quedó en una anécdota. Esaú Fernández dejó su sello personal frente a un toro que se rajó cuando se sintió podido. 

Mató al primer encuentro y cortó un trofeo. Recibió Esaú al tercero con una larga de rodillas con el capote y con un molinete también rodillas en tierra con la muleta. El toro embistió muy despacio pero nunca fue fácil y el sevillano lo toreó muy templado, sobre todo por el pitón izquierdo. Falló en dos ocasiones con la espada y se enfrió la posibilidad de conseguir un trofeo. Con el séptimo tuvo que sacar su faceta de lidiador. Un toro áspero y poco agradecido con el que abrevió. 

Leonardo Rivera sorteó al bien presentado segundo que desarrolló excelentes cualidades en la muleta. Entendió a la perfección el venezolano a Quitapesares, de La Cruz de Hierro, y conectó en todo momento con los tendidos en una faena completa. Dejó una estocada entera y cortó la primera oreja de la tarde. Rivera pinchó el posible triunfo que le permitiría culminar el triunfo y no pudo reeditar el éxito de su primer turno.

Jonathan Guillén le puso voluntad pero le faltó oficio frente al cuarto. El venezolano encontró la tecla del toro de mitad de faena en adelante ante el enclasado toro de La Cruz de Hierro. Erró con la espada. Con el octavo estuvo paciente y tesonero pero no consiguió momentos de mucha lucidez.


Plaza de toros de Mérida. Sexta y última de la Feria del Sol. Toros de Los Aranguez (1º, 6º, y 8º), La Cruz de Hierro (2º, 3º, 4º y 5º, Viudoalegre, nº 457 de 450 Kg. fue indultado) y Los Ramírez (9º de regalo). Javier Castaño, silencio y dos orejas y rabo simbólicos; Leonardo Rivera, oreja y silencio; Esaú Fernández, silencio, silencio y oreja; y Jonathan Guillén, silencio y silencio. 

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