sábado, 14 de febrero de 2015

MÉRIDA Orellana indulta; Talavante, dos orejas

Indulto, diluvio y de todo



MUNDOTORO
Fotos: Germán D' Jesús Cerrada
http://notiferias.blogspot.com/ 
 
Mérida (Venezuela)Hubo de todo. Orejas, indultos, volteretas y hasta un gran diluvio, que no impidió que el público disfrutase de lo lindo, perennes en sus anegados escaños. Tardes como la de hoy en Mérida hacen afición, por la cantidad de detalles y porque lo que sucedió en el ruedo fue muy bueno. Hubo toreo grande de Talavante, se reinvindicó el torero nacional y Morante, lo bordó con el peor lote, incluso a pesar de una tremenda voltereta que esperemos no le deje secuelas en su rodilla izquierda. Decir que lo mejor lo hizo él pese a que fue el único que no cortó orejas podría parecer osadía. Pero es toda una certeza. 

 Alejandro Talavante abrió plaza por tener que viajar a México. Lidió primero un jabonero sucio de Rancho Grande que aunque le faltó profundidad y nunca acabó de humillar, tuvo nobleza y movilidad. Esta virtud la aprovechó el extremeño en los primeros compases de una faena, cuando el toro se desplazó con mejor son. Por el pitón zurdo llegaron los momentos más logrados, con estética y mucho gusto, incluso a pesar del molesto viento que se hizo presente durante el trasteo. 

Tardó en doblar el toro tras estocada contraria. Al cuarto, que tuvo calidad, el formó un alboroto grande. Fue faena de gran variedad, enjundia y torería, aderezada además con cambios de mano y arrucinas que desataron la apoteosis. Sólo cortó una oreja por la demora del animal en doblar.

Morante se deshizo del segundo, un toro manso y muy rajado, que nunca quiso embestir, pero al quinto, que tampoco fue un dechado de virtudes, le cuajó un saludo antológico con el capote. Hubo cuatro lances monumentales en medio del barrizal antes de que el toro cantara su condición. No le importó al torero la mansedumbre del ejemplar de Hugo Domingo Molina, le buscó las vueltas con torería, y cuando lo estaba metiendo en el canasto, le sorprendió con un derrote y le propinó una voltereta tremenda.

Salió Morante resentido, con un fuerte golpe en la rodilla izquierda, que apenas podía apoyar, pero se mantuvo en el ruedo y siguio toreando a pesar de la merma física. Esfuerzo grande del torero. Vergüenza torera también, a pesar de que el toro nunca le quiso colaborar. Se pidió con fuerza la oreja después de que el toro se resistiera a claudicar. No la concedió el presidente de modo incomprensible, pero la ovación fue de las grandes.


 Comenzó a llover con fuerza a la salida del tercero, hubo desbandada en los tendidos pero los hubo que desafiaron a la climatología y disfrutaron de lo lindo con Rafael Orellana, que no se arredró por compartir cartel con dos figuras, armo un lío de rodillas primero y luego ligó muletazos con la derecha de gran entidad en medio del diluvio universal. Con la figura erguida y un palmo de agua en el ruedo formó un alboroto enorme el torero nacional y consiguió el perdón de la vida del toro, de nombre 'Polaco', que a pesar del estado del piso acometió con calidad y bravura. En el sexto remató su buena tarde y sumó un nuevo trofeo.
Plaza de toros de Mérida. Tercer festejo de la Feria del Sol. Tres cuartos de plaza. Toros de El Prado - Rancho Grande (1º, 2º), el tercero, 'Polaco', nº 194, de 465 kilos, indultado. Alejandro Talavante, oreja en ambos; Morante de la Puebla, silencio y gran ovacion tras fuerte petición; Rafael Orellana, dos orejas simbólicas y oreja. Talavante lidió primero y cuarto por tener que viajar a México.

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