Enrique Ponce,
que para la ocasión lució un traje azul y oro, recibió la medalla de la
ciudad de manos del alcalde, Jean Paul Fournier. Cortó un total de
cuatro orejas, en un final pletórico, con un toro de Juan Pedro Domecq de vuelta al ruedo y otro más que regaló y al que desorejó.
La mañana torera del valenciano contuvo torería, maestría, ciencia, temple y estética. El delirio de la jornada arrancó con Pablo Hermoso de Mendoza, que logró dos trofeos del primer ejemplar de Fermín Bohórquez.
Con lleno, se
lidiaron toros de Fermín Bohórquez para rejones (1º y 4º) y para la
lidia a pie de Alcurrucén, Victoriano del Río, Domingo Hernández y Juan Pedro Domecq, sexto, «Bobito», nº29, premiado con la vuelta al ruedo, y un séptimo como sobrero de regalo. Hermoso de Mendoza, dos orejas y ovación. Enrique Ponce, vuelta al ruedo, ovación, silencio, dos orejas y dos orejas en el de regalo.
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