lunes, 29 de junio de 2015

Cayetano, gusto y temple ante la adversidad


La alarmante flojedad de la corrida de la Palmosilla y la incapacidad de un presidente enturbian una tarde en la que sólo Cayetano cortó una oreja. Perera pierde una en el segundo. Morante inédito.

 
EMILIO MÉNDEZ
Lo que previsiblemente se presentaba como una tarde de toreo grande se convirtió en un desesperante espectáculo. La terna se choco contra un ganado que pecó alarmantemente de falta de fuerzas. Los de la Palmosilla tuvieron nobleza, algunos embistieron con celo y clase pero el motor de la fuerza estaba gripado.
Pero lo que clama al cielo es como un señor que se sienta en el palco puede ir en contra de toda una plaza, mostró una incapacidad enorme para llevar un festejo, cuarto, cuarto bis y quinto evidenciaron una alarmante falta de fuerzas, sólo devolvió al cuarto, quedándose los otros dos en el ruedo. Pese a la insistencia del público el presidente más chulo que un ocho se negó a la devolución de los mismos. Un despropósito, parece ser que al presidente le daban igual las 9000 personas que llenaban la plaza. Todo el mundo estaba sorprendido por esta postura que ninguno de los presentes en la plaza entendió.
Morante quedó inédito, solo pudo esbozar alguna verónica de buen gusto, Perera a base de temple y valor mantuvo en pie una faena que iba camino de oreja ante un animal con clase pero que por culpa de los aceros quedó silenciada, mientras que Cayetano se inventó dos faenas a base de temple y buen gusto, sorprendió y cortó la única oreja en el sexto. 
Embistió con temple y suavidad el primero al capote de Morante, se gustó el de la Puebla. En la muleta el toro llegó desfondado, no se mantenía en pie el animal. Morante quedó inédito. Tras una estocada algo desprendida fue silenciado.
El cuarto bis no se mantuvo en pie en ningún momento al igual que su hermano devuelto con anterioridad. Morante sin lote, este cuarto no tenía vida, ni un muletazo se le podía sacar al de la Palmosilla. Abrevió el de la Puebla que fue silenciado.
Lo saludó por chicuelinas Perera al segundo de la tarde, el de la Palmosilla evidenciaba también justeza de fuerza. Ajustado fue el quite por altaneras de Perera, entremezclando chicuelinas con tafalleras. Inició muy ajustado de Perera, llevó largo al animal en una serie donde llevó al animal cosido a las bambas de su maleta. El extremeño acertó a cogerle el aire al animal, el toro embestía con calase y cierto temple, pero las tandas no podían ser largas por la justeza de fuerzas del animal. Manchego fue a menos hasta venirse abajo. Finalizó la faena con templadísimos circulares. Tras un pinchazo, estocada y dos descabellos fue silenciado.
Nulo fue el quinto, otro animal noble pero sin ninguna fortaleza, se pidió insistentemente la devolución del animal, el presidente se obcecó al igual que en el toro anterior, no quiso devolverlo pese a la insistencia del público. En la muleta el animal se derrumbó en varias ocasiones. Imposible hacer una lidia decorosa. Abrevió y fue silenciado.
Recibió a portagayola Cayetano al tercero, lo toreo con gusto, gran media en la boca de riego, gran recibo. Inicio muy torero ante un animal noble que quería más que podía. El de la Palmosilla acusó su falta de fuerza y empezó a rebrincarse e ir a menos. El toro empezó a defenderse por lo que la faena no tomó vuelo, solo hubo chispazos, por encima Cayetano de un animal que nunca rompió. Mató de estocada baja, mejor la ejecución que la colocación de la misma. Se le pidió con insistencia la oreja que no fue dada por el presidente.
Noble pero también muy mermado de fuerzas fue el sexto. Cayetano lo recibió sentado en el estribo con muletazos añejos que recordaron la figura de su padre. Faena templada ante un animal al que no se le podía apretar por su justeza de fuerzas. Toreó sin toro, templó a media altura, los pases de pecho tuvieron gusto y torería. Tenía mejor condición el animal por el izquierdo. Muy venido a menos el de la Palmosilla que ya casi ni pasaba, medios muletazos con el toro desfondado. Los naturales fueron de uno a uno, con temple y hondura. Tiró de raza para cerrar faena, le sacó todo lo que tenía y más al toro. Mato de una buena estocada y cortó la oreja.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Burgos, lleno
Toros de la Palmosilla, nobles pero con una alarmante falta de fuerzas.
Morante de la Puebla (Sangre de toro y oro):Silencio y silencio
Miguel Ángel Perera (Verde y oro): Silencio tras dos avisos y silencio
Cayetano (verde y oro): Ovación y oreja con fuerte petición de la segunda

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