Los tendidos enmudecieron, pero la Fiesta continúa, y «Freidor» fue un buen toro al que El Fandi le cortó una oreja.
Las primeras noticias que llegaron de la enfermería no eran halagüeñas. Una cornada en el bajo vientre.
El hijo de Paquirri estaba consciente, infundía calma, a la vez que el
equipo médico disponía todo lo necesario para intervenir. La
incertidumbre era lo que podían encontrarse, los destrozos que hubiera
producido el pitón de «Freidor».
En su primer toro, Francisco Rivera no pudo alcanzar el lucimiento ante un toro que se paró demasiado pronto.
Había pasado una media hora desde que los médicos intervenían a Rivera, cuando se confirmó la tremenda gravedad de
la cogida. El pitón había entrado en el abdomen y las primeras
exploraciones no evidenciaban ninguna perforación ni del estómago ni de
la masa intestinal. De ahí la aparente tranquilidad médica,
pese a la gravedad del percance, calificado de pronóstico «muy grave».
Pasadas las diez de la noche, seguía en la enfermería. Las previsiones
eran que fuera trasladado al hospital San Jorge de la capital oscense.
Gran tarde de López Simón
En el ruedo, la tarde fue por derecho propio para Alberto López Simón.
Cómo apretó el chaval, qué cerca se los pasó, cómo los ligó. Al
tercero, de Albarreal, le cuajó una faena que fue siempre a más, que
comenzó muy templado y que basada en la mano derecha fue ganando en
intensidad. Siempre bien colocado,
encontrando toro por todos los lados, firmes las zapatillas. Valor y
buena técnica, querer por encima de todo. Una oreja con mucha fuerza.
Mejor aún con el de Criado que lidió en quinto lugar al
correrse el turno por el percance de Rivera. Dio una dimensión de torero
grande. Colocándose en donde los toros embisten o se te llevan por
delante. Y la muleta siempre puesta para ligar, y si los muletazos
surgen sin solución de continuidad, y si hay temple, y si además los
pitones rozan los bordados, la emoción llega con intensidad. Las peñas
del sol se le entregaron, la sombra, puesta en pie, y el joven torero
pidiendo a gritos un puesto entre los mejores. La estocada dio paso a
dos orejas. Salida a hombros de ley.
El Fandi tampoco defraudó. Su entrega le valió para cortarle una oreja a su primero y otra al que cogió a su compañero Ordóñez.
(Este percance hará que Rivera Ordóñez no pueda estar en la corrida del regreso de los toros a Illumbe,
que se celebra el próximo jueves. El cartel tenía una fuerte carga
simbólica, pues era «similar» al de la inauguración en 1998: Paquirri,
Enrique Ponce y José María Manzanares -entonces actuó su padre-).
Parte facultativo estremecedor: el pitón atravesó el abdomen y llegó a la columna vertebral
PLAZA DE TOROS DE HUESCA.
Lunes, 10 de agosto de 2015. Primera corrida. Casi lleno. Toros de Juan
Manuel Criado (1º y 5º) y Albarreal (2º, 3º, 4º y 6º bis), bien
presentados y de buen juego, salvo el parado 1º.
PAQUIRRI, de azul y oro. Bajonazo (silencio). En el cuarto, fue herido.
EL FANDI, de grana y azabache. Media baja (or
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