Padilla gusta por su efectismo, Silveti bien a secas y Fortes se estrella con el peor lote, muy por encima en el primero sin que la gente lo apreciara
Una corrida de Peñajara cerraba la Feria vallisoletana de Íscar en la que el jerezano Juan José Padilla, el mexicano Diego Silveti y el malagueño Jiménez Fortes hacían el paseíllo. Fortes sustituía a Antonio Ferrera, todavía convaleciente de la lesión que se produjo en la plaza balear de Muro, donde se fracturó el brazo derecho.
Tras levantar algún leve ole en el capote y tras un pequeño amago
de su cuadrilla de protagonizar el segundo tercio, Padilla levantó los
primeros olés importantes tras agarrar los rehiletes. El mejor, el
tercer par de banderillas, al violín, muy ajustado. Con la muleta, lo
intenta pero no llega a conectar. Una tanda por la derecha con algo de
ligazón pero no llega a bajar la mano. Toma la espada y a la tercera
ejecuta una estocada fulminante. Silencio.
Silveti lancea despacio y suave pero su saludo no conecta con el
respetable. El mexicano brinda al público, se lo lleva a los medios con
pulcritud y la primera tanda sirve como toma de contacto. Sigue por la
derecha y comienza a bajar la mano, consigue buenos momentos aunque la
música se resiste a sonar. Los molinetes despiertan a la banda y el
matador dinástico dibuja un trazo interesante e intenso con la diestra.
Remata con unos ayudados previos y una estocada algo caída. Pasea la
primera oreja de la tarde.
Padilla le pega una larga cambiada de inicio al de Peñajara. Banderillea su cuadrilla, lo que incomoda a parte del público. La primera tanda, que inicia sentado en tablas, le reconcilia con la afición.
Delante parece tener el animal con más transmisión hasta el momento. Las tandas se suceden con alegría gracias a la movilidad del toro y Padilla se gusta por naturales a pies juntos. Se viene arriba el gaditano y el ciclón hace acto de presencia, desplantes, toreo de rodillas y disposición a raudales. Termina con manoletinas. Estocada hasta la bola. Dos orejas.
El quinto pasa sin hacer demasiado ruido por los dos primeros tercios y se destapa en la primera tanda de muleta. Tiene buen son y algo de fuerza. La labor de Silveti no termina de calar pese a tener nivel. Se gusta por ambos pitones y termina con unos remates pintureros y unas manoletinas. Tras una estocada algo trasera usa de forma efectiva el verduguillo y pasea una oreja.
El último de la tarde plantea batalla en el peto y la plaza de
Íscar vive un bonito momento que se salda con una ovación. En cambio, a
la hora de la verdad el toro no parece tener un pase. ¡Qué mala suerte
la de Fortes con sus lotes en los últimos tiempos! Pronto se va a por la
espada y aunque el malagueño no ceja en su esfuerzo se hace corpóreo
aquel dicho taurino: "Lo que no puede ser, lo puede ser. Y además es
imposible"
Silencio
Tarde de toros entretenida en la que destacó la entrega de Padilla y
la versatilidad de Silveti que salieron a hombros, sin olvidar el
compromiso de un Fortes sin suerte e incomprendido en su primero.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Íscar, Valladolid. Tercera y última de Feria. Corrida de toros. Media entrada en tarde calurosa.
Seis toros de Peñajara. El cuarto ovacionado en el arrastre.
Juan José Padilla, silencio y dos orejas.
Diego Silveti, oreja y oreja.
Saúl Jiménez Fortes, silencio y silencio.
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