Paquirri, Morante y Talavante salen andando en señal de respeto a la Fiesta, atacada durante la corrida
EMILIO TRIGO
Entre la polémica política en la que los partidos de izquierdas de la ciudad malagueña de Marbella hacían la vida imposible al toreo en la ciudad se presentaba un cartel de relumbrón para dar vida al verano taurino en el rincón andaluz. Ante un encierro de Benjumea, Francisco Rivera "Paquirri”, José Antonio "Morante de la Puebla” y Alejandro Talavante hacían el paseíllo.
Con una larga cambiada recibió Paquirri al abreplaza, gustándose también a la verónica y cuidándolo en el caballo. En la faena de muleta, debido a un exceso de confianza en un desplante, el toro lo prendió por la parte interna del cuádricex derecho. Fue tremenda la voltereta, rompiéndole la taleguilla pero no calándole. Se repuso pronto para cortar la oreja finalmente y pasando a la enfermería. El toro fue noble, con las fuerzas justas y obediente.
El segundo de la tarde fue un toro que tuvo más fuelle que el abreplaza pero de igual condición. Noble y obediente en todo momento. Morante lo lanceó muy a gusto en un recibo variado. Lo brindó al futbolista Joaquín "El bélico" realizando una faena de retazos e imperfecciones muy bellas. Surgió la sevillanía de su muleta que sin llegar a explosionar del todo sí redondeó una buena obra. Oreja.
El tercero de la sofocante tarde resultó manejable aunque no terminó de entregarse del todo. Talavante sacó su templado capote y lució un bello saludo. En la faena de muleta Alejandro tuvo un animal con movilidad pero llevaba la cara a media altura en cada embroque. El extremeño suplió con estética y mucha suavidad cualquier carencia de su astado. Llegó justo de poder y a veces protestaba por ello, pero al "mago" del toreo le vale y así construyó una notable labor. Estocada y oreja.
Fue muy protestado el cuarto por estar justo de poder. Un animal muy bien hecho pero al que le faltaban sus fuerzas. Varias veces claudico pero el presidente no quiso atender la devolución que pedía el respetable. Con él, Rivera firmó una faena donde estuvo muy enfibrado y mentido. Hubo pasajes artísticos por ambos pitones y también de cara a la galería con algún desplante al tendido. Estocada y oreja.
La lió Morante en el quinto. El diestro de La Puebla lo cuajó de principio a fin con su particular estilo capotero y en faena con temple mezclado con el toreo de otra época. Quedó tan vaciado que, cuando terminó la faena, no cambió la ayuda por la espada de verdad e hizo gestos al palco diciendo que no iba a entrar a matar al de Benjumea. Sonaron, tras ello, los tres avisos.
Al cierraplaza lo recibió Alejandro con variedad y mucha elegancia capotera. Su labor fue de más a menos por perder fuelle su oponente. Un toro como sus hermanos dócil y obediente pero justito de fuerzas. Talavante cimentó una labor "Made in Alejandro" donde la inspiración y el buen torero alquitararon su bella obra. Le faltó algo de clase pero le volvió a servir al extremeño. Oreja. Al final todos por respeto al toreo salieron andando.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Marbella, Málaga. Temporada de verano. Corrida de toros.
Seis toros de Benjumea.
Francisco Rivera "Paquirri”, oreja y oreja.
José Antonio "Morante de la Puebla”, oreja y fuerte ovación tras tres avisos.
Alejandro Talavante, oreja y oreja.
Parte Médico de Rivera: "Contusión dorsolumbar derecha sobre pala ilíaca, sin síntomas de lesión ósea, ni compromiso neurológico. Contusión en antepié derecho. Pronóstico leve". Firmado Dr. Juan Pedro de Luna y Ximénez de Enciso.
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