Toros del Marqués de Quintanar para Sergio Galán, Léa Vicens y Manuel Manzanares
JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Una corrida de Marqués del Quintanar, pura procedencia Cebada Gago, estaba preparada para que los rejoneadores Sergio Galán, Léa Vicens y Manuel Manzanares la lidiaran a caballo para la corrida de la Feria de Pedro Muñoz. A las siete en punto arrancaba el paseíllo.
El primero era un burraco salpicado que, desde inicio, mostró un tr anco manso, algo que fue agudizando conforme iba tomando vuelo el trasteo de Galán. Lo recibió con Amuleto, con el que dejó un rejón de castigo para que después, a lomos de Ojeda y Trópico, pusiera pares al hilo de tablas. Tras las cortas, falló con el rejón de muerte para dejar uno en buen sitio posterior. Oreja.
Le faltaba fuerza al melocotón segundo, un toro al que Manzanares le colocó dos de castigo que terminaron por desfondar al animal en banderillas. Tuvo, a pesar de ellos, un tranco templado aprovechado por el Alicantino para armar un trasteo en el tercio y sonsacando varios momentos de gusto. Se le cayó el toro en el carrusel de cortas, dejando un rejón trasero para pasear finalmente la oreja.
Ensabanado era el tercero, al que Vicens clavó el rejón en la misma paletilla del animal, lo que propició que se acalambrara la mano derecha. No aguantó el toro más de una banderilla, devolviéndolo el presidente de forma antirreglamentaria y enfrentándose directamente Vicens a los tendidos. Salió un sobrero del mismo hierro al que la francesa recibió a lomos de Guitarra. Tenía el toro, más anovillado que sus hermanos, un punto de viveza aprovechado por la Amazonas en cinco banderillas de clásico concepto destacando a lomos de Bético. Con el de muerte, dejó Lea un rejonazo después de pinchazo rematando su labor de un descabello. Oreja.
La lió Sergio Galán en el segundo de su lote a lomos de Apolo, confeccionando un trasteo a más en el que destacó un par a dos manos de suprema ejecución. También Artista tuvo gracia en el epílogo con dos cortas a dos manos que fue el culmen a un trasteo de superación ante la floja condición de su oponente de Quintanar. Hizo pronto efecto el rejonazo, un punto trasero, para que paseara finalmente dos orejas.
Un toro de capa sarda era el quinto, que tuvo un galope más noble que sus hermanos anteriores. Manzanares le colocó dos rejones de castigo antes de plantarle faena y dejar tres pares en los que destacó la doma del alicantino. Dos pares en el epílogo terminaron de calentar los tendidos para, finalmente, dejar un pinchazo hondo que no valió, intentándolo a la segunda sellando un rejonazo entero.
Era el sexto el único toro de capa negra del encierro y Vicens le clavó dos de castigo antes de iniciar trasteo con Diluvio para hilar dos pares desde las tablas y hasta los mismos medios. Repitió a Bético para Proseguir su labor de igual forma, llegando pronto al tendido y conectando con un jaco de gran calado popular. En la conclusión de la faena, la amazona colocó tres cortas antes de sellar un rejonazo que tumbó al toro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Pedro Muñoz, Ciudad Real. Corrida de rejones.
Seis toros de Toros del Marqués de Quintanar.
Sergio Galán, oreja y dos orejas.
Manuel Manzanares, oreja y oreja.
Léa Vicens, oreja y dos orejas y rabo.
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