Tarde de gran toreo, Lorenzo y Marín salen a hombros, mientras que Varea pincha el triunfo ante una enclasada pero justa de raza novillada de Juan Pedro Domecq
IGNACIO RUBIO
La terna volvió a demostrar que los aficionados podemos estar ilusionados
con la cantera de novilleros que hay actualmente, vimos torear, y muy bien por
cierto, quizás a la novillada le faltó un punto más de casta, pero sus
embestidas enclasadas propiciaron que el aficionado tenga motivos sobrados para
soñar con un futuro de la tauromaquia donde hay mimbres de sobra para hacer un
gran cesto, los novilleros ilusionan, la parroquia sueña con nuevos toreros
para el escalafón superior.
Con el susto empezó el festejo, el primero de Parladé hizo hilo
propinándole Una fea voltereta al toledano Álvaro Lorenzo, el pecado Apenas
mirarle se levanto y le cuajo gran recibo a la verónica. Tuvo nobleza y Calidad
El Primero de Juan Pedro, Pero No sobrado de raza, Lorenzo acertó en cites y
distancia, lo llevo siempre cosido a la franela, el de Parladé tenía La Virtud
del templo en embestidas del SUS. Tuvo mejor Condición por El Derecho, por el
izquierdo se quedaba cortito. Un animal de párrafo acariciar al Que Si sometías
en exceso tendía un Quedarse corto. Novillo al Que le Faltó Un Punto de
humillación y Cierta transmisión, Pero Que Sin Duda Tuvo virtudes Como la
nobleza y el templo en embestidas del SUS. Con El novillo Venido una Menos
Lorenzo finalizó faena Entre los pitones de animales Tras Una faena de mucho
gusto y templo. Tras Una estocada algo Caída paseó una oreja.
Le faltó celo de inicio al colorao de Juan Pedro que hacía segundo, aunque
sus embestidas eran enclasadas, más tarde quitó por chicuelinas el extremeño,
muy templados y despaciosos fueron los lances, el animal seguía saliendo suelto
y sin mucho celo. Tras brindar a su compañero Roca Rey, Marín templó con
despaciosidad las sosas embestidas de un animal que no andaba sobrado de
fuerzas. Faena en la que el novillero extremeño demostró su gran concepto, todo
lo hizo con suma despaciosidad y templanza, pero el novillo pese a tener
calidad andaba con el motor de la casta justa, junto a una justeza de fuerzas
palpables. Por el pitón izquierdo brotaron naturales largos y hasta el final
que calaron rápidamente en el respetable. El final de faena volvió a tener
bastante eco en el público, muletazos templadísimos con un arrimón final. Tras
una gran estocada cortó una justa oreja.
Tuvo dulzura y clase en sus embestidas de salida el bonito tercero, Varea
supo entender al animal ejecutándole un recibo capotero en el que primó la
despaciosidad y el temple. Muy protestado el de Juan Pedro, un animal que pese
a tener nobleza y cierta calidad estaba muy justo de poder y fuerza. En la
muleta el novillo siguió evidenciando esos defectos, el valenciano intentó
hacerlo todo con sumo gusto, le puso lo que le faltaba al animal, mucha torería
y sabor tuvieron los muletazos, pero el animal iba a media altura y soseando en
exceso. Sin opciones Varea ante el inválido tercero, que pese a tener
cualidades, su falta de fuerzas pudieron más que esas virtudes. Tras pinchazo y
estocada muy defectuosa fue silenciado.
Recibió con garbo y mucha suavidad Lorenzo al cuajado cuarto, verónicas con
sumo temple y torería. Tuvo más movilidad el animal de Juan Pedro, Lorenzo muy
inteligente siempre lo hizo todo a favor del animal. Mando y firmeza ante un
novillo tardo y de cambiantes embestidas. Cuando le exigió por debajo de la
pala del pitón el animal se sintió podido hasta propinarle una voltereta sin
consecuencias. Cerró faena acortando las distancias, muy cerca de los pitones,
siempre dando el pecho, firme y sin dudar un ápice, muy valiente y poderoso el
novillero toledano. Cerró faena con unas templadas y ajustadas "Luquesinas"
que volvieron a meter al público en la faena. Tras una estocada
algo tendida cortó la oreja que le abría la puerta grande.
Tuvo suavidad el recibo de capa de Ginés Marín ante un novillo muy justo de
fuerzas y de poca humillación, lo mejor vino con una larga muy
torera. Volvió a dejar claro su buen uso del percal el extremeño con un
variado y ajustado quite. Destacó en el tercio de banderillas Javier Ambel, el
cual meció con suavidad y templanza el capote, muy bien el extremeño. Pese a
los cuidados que se le dieron al animal, este perdió las manos con asiduidad,
lo que volvió a mosquear al personal. Brindó Ginés Marín a su compañero Alberto
López Simón antes de comenzar la faena rodilla en tierra. Faena de continuas
intermitencias, hubo muletazos con mucho gusto y torería entremezclados con
otros en los que el novillo le ganó la
acción pintándole los engaños. Marín tuvo que tirar de entrega
ante un animal cambiante y nada fácil, conforme avanzó la faena el animal empezó
a quedarse corto y tener medias embestidas. Tras un final de faena en las
cercanías intentó levantar una faena que salvo en muletazos contados no tomó el
vuelo deseado. Tras un estocada algo desprendida cortó la oreja que al igual
que a su compañero Álvaro Lorenzo le abría la puerta grande.
Variedad en el recibo capotero de Varea, saludó con dos faroles de rodillas
para luego lancear con una rodilla en tierra y terminar dicho saludo con
verónicas muy pulseadas cerradas con una media y una larga de bella factura
ante un novillo con ritmo. Se volvió a sentir en el quite, paró los relojes con
una media soberbia. Si tuvo torería y empaque su toreo de capa no se le quedó a
la zaga su inicio de faena al sexto, gusto, despaciosidad y mucha torería
tuvieron esos muletazos. Cambios de mano, trincherillas, todo con garbo y mucha
suavidad, el de Juan Pedro embestía con temple y calidad, toro y torero se
entendieron en tres tandas pulcras, sutiles y de enorme compás. Por el
izquierdo bajó la faena, el animal venido a menos tendía a soltar la cara, por
lo que no hubo continuidad. Final de faena con el animal muy venido a menos,
manoletinas muy personales con el compás muy abierto ante un animal al que le
faltó fondo. Perdió el triunfo por el mal uso de los aceros, una pena porque la
faena tuvo pasajes muy importantes.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Albacete. Segunda de la Feria de Los Llanos. Novillada.
Alrededor de dos tercios de entrada.
Novillos de Juan Pedro Domecq y Parladé.
Álvaro Lorenzo (Gris plomo y plata): Oreja y oreja tras
petición de la segunda
Ginés Marín (Rosa palo y oro): Oreja y oreja
Varea (Rosa y oro): Silencio y palmas de
despedida
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