“El Pino”, el único que “tocó pelo” este domingo en Valencia. Foto: José León |
Seria y exigente corrida de Tarapío
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Corrida seria y bien presentada la que han enviado a la Plaza de Toros de Valencia la Familia Russian-Branger, en el regreso del hierro de Tarapío al coso donde comenzó su historial. Toros con el trapío y fachada que resalta la importancia de lo que se le haga frente a los pitones, por parte de una terna de espadas venezolanos con necesidad de triunfos para reverdecer laureles e interés por parte de los aficionados.
Poco más de tres mil personas las que se dieron cita, en tarde precedida por la mañana de torrencial aguacero. En los corrales seis dijes con toda la leña a la espera de toreros capaces de sacarle provecho.
Abril plaza el veterano vástago del recordado Rafael Girón, el espigado Juan José Girón, quien dejo destellos y poco más. Se le evidenció falto de sitio y ambición para sacar partido a un lote que exigió más de lo que podía dar el diestro maracayero. Silencio tras aviso en su primero y tibias palmas en el que hizo cuarto. Por cierto, toro que le propinó fuerte cornada al veterano banderillero Enzo Antequera, en el burladero, sacándole del mismo, y pegándole cornalón del que fue operado en la plaza.
El tachirense Marcos Peña “El Pino” reaparecía después de varios meses de ausencia por ruedos venezolanos. No se le había escuchado, y si sabido su largo periplo por España, dejando en evidencia su firmeza y oficio en trasteo intermitente, de momentos de mérito, que valieron, tras el certero espadazo con la que despachó al segundo de la función, de la única oreja de la tarde.
Ante el quinto, el de mejor nota para el hierro de Tarapío, nuevamente “El Pino” lució aseado, pulcro y metódica labor, en especial por la diestra donde se sintió más a gusto el espada de San Cristóbal. El fallo con la espada le privó de la oreja, siendo silenciado tras aviso.
El local Eduardo Valenzuela pechó con el peor lote de la tarde. El tercero aviesas fueron sus intenciones con el engaño, por lo que el coleta anduvo resolutivo y breve, y ante el que cerró plaza, se la jugó Valenzuela, intentando sacar partido de un ejemplar con posible defecto visual. Una pena que la espada le jugara mal rato, escuchando par de recados presidenciales, para dar cierre a una tarde que ojalá y fuera la constante en el toreo venezolano. Otro cantar fuera sí con oportunidades como esta se fomentará la cantera de toreros nacionales que tanta falta nos hace.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Monumental “Bernardo Valencia” de Valencia. Tarde nublada y calurosa.
Poco más de tres mil personas en los tendidos.
Toros de Tarapío (Familia Russian-Branger) bien presentados, con cara y cuajo de astados con edad, en su conjunto complicados, ásperos, sacando genio ante las carencias lidiadoras de la terna.
Juan José Girón: silencio tras aviso y palmas.
Marcos Peña “El Pino”: oreja y silencio tras aviso
Eduardo Valenzuela: silencio tras aviso y silencio tras dos avisos.
Incidencias: Destacó en varas el picador Luis Quintana. *** El banderillero Enzo Antequera fue corneado en la cara interna del muslo derecho, afectando la vena safena, fue operado en la plaza, para de nuevo ser reintervenido en centro clínico privado de la ciudad, sin complicaciones.
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