Sufre un traumatismo en una larga tarde en la que El Fandi cortó una oreja
José María Manzanares sale de la enfermería donde fue tratado tras ser cogido por el sexto toro de la tarde
ROSARIO PÉREZ / ALBACETE
Con la muerte ya encima, una estocada, tres descabellos y su guasa aún en todo lo alto,
«Tontillo» quiso morir matando.
No perdonó a José María Manzanares y le propinó un
volteretón espeluznante
en la anochecida más larga. Grogui cayó el torero en la arena, en un
amago de querer incorporarse y no poder. Con la cabellera ceniza, una
camilla humana lo trasladó inconsciente a la enfermería. A sus puertas
se arremolinaron profesionales y curiosos para conocer el alcance de la
cogida. Media hora después, el doctor Masagosa informaba: «Ha recuperado
el conocimiento pero sufre un
traumatismo craneal y cervical, y lo trasladamos a una clínica para realizarle un estudio radiológico».
Hubo de acabar con este «Tontillo» El Fandi, al que también hizo hilo este sexto de la corrida de El Pilar, remendada con torrealtas. Manzanares había hecho las delicias de los rebosantes tendidos aprovechando el boyante pitón zurdo con naturales en
los que primó más la composición que el ajuste. Por el derecho no tenía
ni medio pase. La mala uva de «Tontito» resurgiría en la hora final y
el alicantino tuvo que cambiar el triunfo por el hule. Con el anterior,
mironcete y sin humillar, hubo de abreviar.
La interminable y desigual corrida fue estrenada por un ejemplar de Torrealta de sensacional clase.
A cámara lenta el toro y a cámara lenta El Fandi, que toreó por
momentos a placer a «Surcador». Lo había saludado con buenas verónicas,
se apretó por chicuelinas y formó un alboroto en banderillas. La plaza, en pie, y Fandila, de rodillas... Así
comenzó una faena en la que se templó desde la primera serie a derechas
con el nobilísimo toro, que por cierto parecía el hijo del señor
encierro de Montalvo del día anterior. Trazó un fenomenal cambio de mano, bordó algunos de pecho
y tuvo la listeza de brindar a su público una parte más populista. El
único trofeo fue suyo. El acero le privó de uno más en el cuarto, que
valió pese a sus defectos. Pero esta labor, de menor acople, fue otro
cantar. Castella anduvo firme y aseado con un lote que sirvió con sus matices y sus punteos.
ALBACETE
PLAZA DE TOROS
Miércoles, 16 de septiembre de 2015. Novena corrida.
Lleno. Toros de El Pilar (4, 5 y 6) y Torrealta (1, 2 bis y 3),
desiguales de presencia y juego
EL FANDI,
de grana y oro. Pinchazo y media (oreja). En el cuarto, pinchazo hondo,
estocada tendida y seis descabellos. Dos avisos (silencio).
SEBASTIÁN CASTELLA,
de sangre de toro y oro. Dos pinchazos y estocada caída (saludos). En
el quinto, estocada trasera tendida. Aviso (saludos tras petición).
JOSÉ MARÍA MANZANARES,
de negro y azabache. Pinchazo y media (saludos). En el sexto, estocada
delantera y tres descabellos. Cogido, lo descabella El Fandi (silencio).
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