Morante de la Puebla habla para Cultoro sobre el nuevo diálogo con Sevilla sin Canorea, la próxima temporada, el nuevo apoderado, los antitaurinos o el mapa político, entre otros temas de interés
EMILIO TRIGO
José Antonio, sincero, es mucho Morante. Y si es en tierra cigarrera, más. El pasado viernes, mientras se presentaba el festival de su Puebla del Río y preparado para otorgar este sábado la alternativa a Posada de Maravillas en Zafra, José Antonio se sinceró para CULTORO. Morante desgranó aspectos tan relevantes como el nuevo diálogo con Sevilla sin Canorea, la próxima temporada, el nuevo apoderado, los antitaurinos o el mapa político, entre otros temas de máximo interés.
Y durante toda la conversación anduvo Sevilla como telón de fondo. Que Morante hable de su vuelta al Baratillo como una posibilidad casi completada es un gran golpe de esperanza para el toreo. "Mi ánimo siempre ha sido el mismo, lo que pasa que el año pasado no hubo entendimiento porque pusieron unas condiciones que yo no las veía apropiadas y, sin ser condiciones descabelladas en mi contra, vi que necesitaba otro tipo de preocupación hacia mí. Espero con ilusión que todo se pueda reconducir y que Sevilla vuelva a ser lo que ha sido siempre: la Feria de más atractivo porque ese ha concentrado lo mejor de la Tauromaquia en La Maestranza”, señaló el sevillano.
La salida de Eduardo Canorea de la empresa Pagés ha sido un movimiento de ficha que cambió el orden de las cosas allá por mediados de junio. "El que haya salido de la empresa es una circunstancia nueva y que la queremos ver como positiva para el entendimiento. Como todo nació a raíz de unas declaraciones de Eduardo, su ausencia facilita ahora mucho más las negociaciones y yo espero que se haga mucho más fácil volver a Sevilla”, señala José Antonio sobre, quizá, uno de los momentos más duros de su carrera.
"Todos estamos deseando torear en Sevilla, pero necesitamos hacerlo como en cualquier otra plaza, a gusto. Y yo creo que ese escenario se va a dar el año que viene. He hablado alguna vez con Ramón Valencia, lo he saludado coincidiendo en la calle, y sus formas han sido de cariño, de quererlo arreglar todo”, añade Morante. Le hablan por la calle los aficionados y realmente se siente dolido por una ausencia tan radical y tan dolorosa para sus paisanos, pero "yo soy y he sido el más afectado, no solamente por estar en Sevilla, sino porque a mí me supone mucho dinero, mucho prestigio y mucha afición tras de mí”.
E incide en ese aspecto: en no dejar tirada a la afición paisana. "Cuando escucho a gente decir que nos has dejado tirados, me duele, porque el primer afectado soy yo. Sevilla es un sueño, Sevilla es la gloria, pero no se puede jugar con los sentimientos. Yo espero que todo esto se arregle ya de una vez y que yo pueda lucir en Sevilla mi tauromaquia, que es donde mejor se me ve. A lo mejor no es donde mejor lo hago, porque depende del toro y de las circunstancias, pero sí donde mejor se me ve. Donde yo sueño una faena, es en Sevilla”. Nada más que decir.
En el momento de los cambios hubo primeros bulos oficiosos que señalaban directamente a la Fusión Internacional de la Tauromaquia como posible empresa de Sevilla. Eso afectó gravemente al porvenir de una plaza que debía seguir manteniendo el status de segunda en todo el mundo. "Que haya gente que levante falsedades, como que mi apoderado se quería quedar con La Maestranza, todo es mentira. Y al final, quien pierde, es la afición, perdemos los toreros y Sevilla se queda sin identidad”, comenta De la Puebla.
Y llegamos a uno de los momentos clave de la entrevista: el futuro más próximo de Morante y, sobre todo, la lucha entre Morante y los desniveles en los ruedos. "El año que viene quiero hacer una temporada muy especial, quería estar más solitario. Creo que lo de mi lucha constante con muchos temas es importante, pero sobre todo hay uno clave: las cuestas y los desniveles en las plazas de toros. Llega un momento en el que ya te cansas y te aburres. Creo que hay que tomar una decisión para que se me respeten mis formas. Estoy con mi cabeza intentando poner en pie lo que siento”, añade José Antonio.
Hay cambio de apoderados: "El año que viene me acompañará José Miguel Carvajal y Antonio Barrera estará en el equipo, pero ayudando en otras facetas que a la empresa le hacen falta. Estaré más solitario, que es lo que me motiva”. Y eso conllevará también otra forma de ver los despachos y las condiciones, sobre todo la de los desniveles, pues "yo ya no soy un niño, son 18 años de alternativa, y llega un momento en el que a uno no le gusta ir a disgusto a los sitios, y eso sucede en ocasiones. Uno decide que, para que su tauromaquia llegue al nivel que quiero, necesita esas condiciones. No todo el mundo lo comprende, por lo que uno decide hacerlo menos veces pero más a gusto para que la proyección de mi toreo siga hacia arriba”.
Sabe que no es fácil la defensa del toreo. Él lo está intentando por la vía judicial, pero es crucial una corporación comunicativa y también jurídica para la defensa integral de la Fiesta de cara al exterior. Que nadie nos toque. "También uno se cansa de tanto antitaurino”, señala José Antonio, a lo que añade que "la tauromaquia es mi vida y por ella moriría”. Sobre las nuevas corrientes políticas minoritarias contra la Fiesta, explica que "hay partidos políticos que no apoyan y otros la quieren abolir, y eso te preocupa. ¿Por qué tiene que ir junto de la mano de la política el toreo?”.
Sobre su relación con los compañeros y la lucha independiente de cada uno, colectivizada para polémicas comunes, Morante de la Puebla es claro: "Yo no es que me haya sentido solo, porque han sido las circunstancias las que han mandado. A mí no me gusta ayudarme de compañeros para realizar una idea. Me gusta el corazón libre y apasionado, por lo que no me he sentido solo, sólo mal porque te tachan de algo que no eres”.
Y como empezamos, terminamos: hablando de la ciudad de los sueños, de la espera siempre firme de volver al escenario siempre amado del Baratillo. "Se ha comentado el desnivel de Sevilla, y ellos están dispuestos a rebajarlo. Ojalá que sea el año que viene el de la vuelta, porque yo soy el más interesado en que todo se arregle. Si puedo echar una mano a la empresa, la echaré, pero hay circunstancias que son inamovibles, como esta. Ya está bien de torear en una cuesta todos los días y seguir aguantando y aguantando. No. El artista tiene que tener su escenario para que él se sienta más motivado y pueda ocurrir lo mejor para bien del aficionado”,rubrica el cigarrero.
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