sábado, 28 de noviembre de 2015

"Homenaje a HERNÁN LÓPEZ AÑEZ"

LIMINAR


Eduardo Soto, A.T.T.
Al  enterarme que Hernán  se retiraba, vinieron a mi memoria los magníficos ratos cuando los días de corrida, a inicios de la tarde, había intenso ajetreo en el recinto de la Comisión. Se repasaban noticias de prensa, se comentaban crónicas taurinas, se solucionaban problemas de última hora, en fin, se redondeaban los preparativos del festejo, mientras se daba buena cuenta del termo de guayoyo, que algún alma caritativa había oportunamente dispuesto.

A finales de la tarde, el trajín era distinto y más prolongado. Se analizaban las incidencias de la corrida, los detalles de las faenas, el comportamiento de los toros y, como buenos aficionados, teníamos cordiales desencuentros. Sin embargo, casi siempre había unanimidad al considerar propicio el momento de recibir, a porta gayola, el primer ejemplar del reconocido hierro de Don Thomas Parr.

(Por cierto, hago un paréntesis para agradecer a los Presidentes Zelín Peña y Jorge Bustamante, así como a los demás miembros de la Comisión, por haber aceptado mi presencia en estos quehaceres de la Autoridad Taurina)

Al evocar tales recuerdos, afloraron unos párrafos que, con la venia de ustedes, dedico a
     
HERNÁN  EL TAURÓMACO

En estos días y por propia iniciativa (pues sería  inconcebible de otra manera) se está separando de la Comisión Taurina Municipal de Mérida nuestro estimado amigo Hernán López Añez, economista eminente, profesor, decano y vicerrector administrativo de la Universidad de Los Andes.

Hombre  de amplia cultura,  de   primorosa prosa y de inagotable ingenio,  ha decidido dar por terminada su fecunda labor como miembro de la Comisión,  pero  seguramente sin desentenderse de su condición de  taurómaco, pues este rasgo de su personalidad permanecerá  para siempre ligado a su trayectoria vital.

Hace poco más de diez años, cuando intentaba reavivar mi afición taurina, adormecida tras años de ausencia en  países lejanos, mi entrañable amigo Eugenio Salas, tuvo la feliz ocurrencia de invitarme a una reunión de distinguidos aficionados, entre los cuales se encontraba  Hernán.

Así pues, nuestra amistad no es de larga data pero si  profunda en el afecto y la consideración que desde entonces presiden nuestro interactuar.

Hernán López Añez no solo es conocedor de temas taurinos, sino que se expresa, con toda propiedad, sobre  asuntos  de política, literatura, dogma, bellas artes y, claro está, de economía.

Talentoso contertulio,  bien puede compartir anécdotas de sus vivencias en el exterior,  arrancarse con una pieza del cancionero tradicional andino,  una  clásica ranchera o  entonar un motete en latín, que alguna vez se utilizó, de manera un tanto irreverente, en veladas  cuajadas de gracia, camaradería y  de uno que otro  quite al  longevo escocés  de apellido casi merideño.

Hernán, ahora será desde la barrera, pero esperamos seguir  contando contigo, con tu aporte a la Fiesta Brava, con tu versación de   curtido aficionado, con tus dotes de conversador en  reuniones donde relumbra tu chispa y sobre todo continuar, por muchos años, disfrutando de tu amistad, privilegio que nos honra.


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