Su vida corre peligro, aunque se encuentra estable dentro de su estado crítico
Momento de la dramática cornada al subalterno Mauricio Martínez - @TOROSENELMUNDO
ABC.ESMéxico D. F.
El subalterno mexicano Mauricio Martínez Kingston sufrió una gravísima cornada en el tórax, con graves lesiones en un pulmón y el corazón, en el quinto toro de la noche, en el tercer jueves taurino de la temporada 2015-2016 en la Monumental Plaza México. Según informa nuestro compañero Guillermo Leal en su perfil de Facefook tras hablar con los doctores, «su estado es crítico pero estable, hay destrozos muy importantes en el pulmón y el pericardio [membrana que envuelve el corazón]; tiene una lesión en el ojo pero es menor; su vida continúa en peligro y habrá que esperar 72 horas para dar un parte definitivo».
Martínez Kingston sufrió una gran cornada en la axila izquierda, con profusión de sangrado y de inmediato fue estabilizado para ser intervenido en el hospital Mocel por el doctor Rafael Vázquez Ballod.
Según la crónica de Efe, el festejo se celebró con una entrada pobre en una noche agradable sin el frío de las anteriores y en el que tomaron parte Alfonso Hernández «El Pali», Alfredo Gutiérrez, Juan Fernando, Christián Ortega, Javier Ocampo y Salvador López.
Se lidiaron seis toros excelentemente presentados de San Marcos, corrida complicada salvo el cuarto de la noche un toro con buena clase.
El Pali estuvo muy por arriba de su enemigo, con momentos buenos, mató pronto y saludo en el tercio.
Gutiérrez lució su experiencia y logró, sin conjuntarlos, destellos de buena calidad, concluyó de dos intentos y saludo ovación en el tercio.
Juan Fernando lució con entusiasmo, pero se notó su poca actividad taurina, palmas.
Ortega, con el mejor toro, realizó la faena mejor estructurada en su conjunto con series, sobre todo con la mano derecha, muy buenos muletazos, pero no estuvo fino con el acero. Salida al tercio.
Ocampo, en cambio, actuó con desconfianza, ante un toro que al inició de la faena, saco del burladero a Kingston y ya en el suelo le volvió a coger. Ocampo por fortuna mató pronto, silencio.
López estuvo valiente, ante un toro que no era nada fácil y la gente la aplaudió su voluntad y buenos deseos de agradar.
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