martes, 29 de diciembre de 2015

Un toro que hace renacer la fiesta

La fiesta de los toros saca su casta y se reconstruye desde sus cenizas a partir de la bravura, su gran riqueza, que saca la cara en el momento justo, para demostrar la grandeza del rito

Un toro que hace renacer la fiesta
EL APUNTE DE JUANGUI (CALI 2015)
JUAN GUILLERMO PALACIO

La fiesta de los toros saca su casta y se reconstruye desde sus cenizas a partir de la bravura, su gran riqueza, que saca la cara en el momento justo, para demostrar la grandeza del rito, su importancia, lo necesaria que es para el mundo.

Un toro uno de Gutiérrez salió al ruedo a ofrecer la genética acumulada de sus ancestros, a decirle a occidente, a los estados americanos, a las Naciones Unidas, a la Alianza del Pacífico que tiene tres países taurinos, al Tratado del Atlántico Norte que también tiene tres, y a todas las culturas del mundo que existe una manifestación ancestral que le permite al animal más bello e imponente mostrar toda su majestuosidad.

Salió al ruedo galopando, reconociendo el territorio, buscando rivales. Descubrió el capote del Juli y se repitió con brío. Se fue como un obús hacia el caballo y tumbó el acorazado que se hundió en el mar. Apretó banderillerosque tomaron precauciones y corrieron para ponerse a salvo. Ante la muleta siempre fue a más. Le recordó al Juli que era un toro diferente a los demás, que merecía al mejor Julián, que debía torearlo mejor. El Juli lo entendió y tuvo que recurrir a toda su técnica, a su historia, para corresponder a su importancia.

Le tuvo que dar distancia, se lo exigió el toro. Cuando todos sabíamos que había multiplicado el tiempo de su existencia, fue mejor, se fue arriba y persiguió con más ahínco, con toda su virilidad. Cuando Juli le tocó el morrillo con la mano en la suerte ficticia, el toro se sintió defraudado y persiguió al diestro cincuenta metros planos más. El Juli lo llevó toreado hasta los chiqueros. Cuando entendió que lo querían entrar, se volteó y se sintió traicionado porque quería seguir combatiendo.

  Los toros de la ganadería de Ernesto Gutiérrez han sido el motivo de muchas discusiones. Por su tamaño, por la comodidad de sus embestidas y la pequeñez de sus pitones. Porque nos niega la posibilidad de ver a las figuritas con encastes menos confortables. Ah, pero esta vez fue diferente. "Rotolando” fue un toro muy exigente, que le pidió a la figura serlo, y el Juli lo hizo, hasta que pudo.
La ganadería que tiene el capital genético más valorizado por las agenciascalificadoras del riesgo, tiene a partir de ahora un bastión genético que irrigará su bravura y su más aceptable fenotipo para el beneficio de todas las futuras generaciones de aficionados, de animalistas, y para la intranquilidad de todos los toreros que se atrevan a cruzar el Atlántico.


FICHA DEL FESTEJO


59ª Feria de la Cali. Cuarta corrida, 28 de diciembre del 2015. Clima agradable. Lleno. Se lidiaron toros de herederos de Ernesto Gutiérrez Arango, de trapío justo pero mejor que el biotipo tradicional. El primero justo de nobleza y transmisión, complejos y encastados segundo y cuarto. Más claro el tercero. Menos bueno el sexto. Indultado el quinto.

Luis Bolívar estuvo mejor en su primer toro, con la solvencia de quien está a la altura del espectáculo y de su alternante. Le tomó algo de asco al cuarto y estuvo digno con el sexto que tuvo dificultad motriz. El Juli alargó la embestida del primero con su técnica y le dio gran sitio al tercero.

Julián López "el Juli": saludos, dos orejas y dos orejas simbólicas.

Luis Bolívar: dos orejas, palmas y silencio.

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