Recuperado de una terrorífica cornada en agosto, reaparecerá el 21 de febrero en Vistalegre
ABC.ESMadrid
«Si volvía a torear era porque quería». Y quiso/quiere, pese a todo, un todo que estuvo a punto de perder con una cornada en la que se debatió entre la vida y la muerte. Pero la fuerza interior, la de su espíritu de torero, ha vencido cualquier obstáculo, cualquier dolor, cualquier miedo. Saúl Jiménez Fortes regresará a los ruedos el próximo 21 de febrero en el Palacio Vistalegre, en un mano a mano con David Mora, que también reaparecerá tras un calvario por una percance brutal.
Fortes resultó herido de suma gravedad en la localidad salmatina de Vitigudino. Una cornada de parte médico escalofriante, más aún que la terrible que había sufrido meses antes en San Isidro. «No sabes por qué te vuelve a pasar, las dos tan seguidas... De la de Madrid no había sacado tantas conclusiones, ni le he dado tan importancia que a la otra. Ahora valoro mucho más lo que antes daba por hecho». Así se expresa el héroe malagueño en un emotivo vídeo elaborado por Teseo Comunicación tras dar cuenta de su primer toro en el campo.
«Era un día muy importante, una cosa es torear de salón, incluso el primer tentadero, pero otra es el primer toro. Es un paso más en mi recuperación. Ha sido uno de los días más importantes de mi vida. Ha sido un empezar de nuevo, una nueva etapa», comenta.
Hijo de torera, cuenta que su madre le ha inculdado «mucho amor al toro; aunque un toro arruinó su carrera por una lesión, ella siguió amándolo». Y dice que no ha recibido ningún tiempo de presión por parte de su familia, ni para volver ni para retirarse. Libre y personal ha sido su decisión de reaparecer a lo que considera su vida.
En el citado vídeo se refiere también a los ataques de antitaurinos: «Me han faltado mucho el respeto en las redes sociales y es posible que tomemos medidas legales. Es injusto que cualquier aficionado que vaya con su hijo a los toros tenga que escuhar que lo llaman asesino o en mi caso que me deseen la muerte por la cogida. Pero uno no puede hacer caso a todos ni contentar a todos. Más pierden en ellos, que pierden la dignidad como personas. Prefiero escucharlo con lejanía».
Ilusionado con esta nueva etapa, también habla del ciclo que viene: «Me siento orgulloso de pertenecer a esta nueva generación. Los toreros jóvenes tenemos que abrirnos paso porque interesamos a la gente».
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