jueves, 14 de enero de 2016

Quince años de la muerte de Julio Robles, el torero al que un toro dejó en una silla de ruedas


El maestro sufrió tetraplejia tras una cogida en 1990 en Béziers y murió en 2001 a los 49 años 


ABC.ESMadrid

Quince años ya... Tres lustros de la muerte de Julio Robles, que falleció a los 49 años en la clínica Santísima Trinidad de Salamanca el 14 de enero de 2001.

Robles sufría tetraplejia desde el percance que tuvo en la plaza francesa de BézIers el 13 de agosto de 1990. Desde entonces, su estado de salud tuvo momentos muy delicados. Aquel enero de hace quince inviernos fue operado a vida o muerte. Así rezaba el parte médico: «A las 17,05 don Julio Robles Hernández, de 49 años, ha fallecido por parada cardiaca sin respuesta a medidas de reanimación cardio-pulmonar avanzada. El paciente ingresó con carácter urgente el día 13 a las 07,30 horas y le fue diagnosticado un abdomen agudo y shock séptico. Se practica tratamiento quirúrgico urgente por el doctor Fernando Angoso con hallazgo operatorio de perforación de colon izquierdo, con peritonitis aguda y difusa secundaria a la misma. El paciente pasa a la unidad de cuidados intensivos donde se le mantiene en situación de ventilación mecánica por inestabilidad hemodinámica siendo el shock refractario al tratamiento hasta el momento de la muerte».

Robles, en Las Ventas
Robles, en Las Ventas
Avelino Julio Robles Hernández nació en Fontiveros (Ávila) el 4 de diciembre de 1951. Desde muy temprana edad estuvo en contacto con el campo charro: se vistió por vez primera de luces el 28 de agosto de 1968 en Villavieja de Yeltes (Salamanca).

Con tres Puertas Grandes venteñas (1983, 1985 y 1989), hizo su presentación en Madrid el 10 de junio de 1972, alternando con Angelete y El Niño de la Capea, con toros de Juan Pedro Domecq. Ocho días más tarde repitió con Capea, ya que ambos habían conseguido un gran éxito. El 8 de julio de ese año tomó la alternativa en Barcelona, con Diego Puerta como padrino y Paco Camino como testigo. Esa misma temporada obtuvo el «Capote de oro y piedras preciosas», otorgado por el Club Colavides de Bilbao a la mejor faena de la Feria bilbaína, según recogíaEfe.

Confirmación

Excelente capotero, confirmó la alternativa en Las Ventas el 23 de mayo de 1973, de manos de Antonio Bienvenida y con Palomo Linares de testigo. Entre sus mejores actuaciones en Madrid, destacan las del 18 de mayo de 1975 y el 24 de mayo de 1978. En diciembre de 1984 consiguió en Barcelona los premios a la mejor estocada y a la mejor faena. En la temporada de 1987 tuvo que dejar un tiempo de torear a causa de una lesión de abductores y reapareció el 28 de noviembre de ese año en Quito (Ecuador). Esa temporada toreó en 36 corridas y los aficionados recuerdan la memorable faena que Robles hizo en Las Ventas a un toro de Bartolomé.

Posteriormente, tuvo que interrumpir varias corridas debido a la lesión y reapareció en mayo de 1988 en San Isidro. Ese año toreó un total de 55 corridas, en las que cortó 33 orejas. En 1989 realizó buenas actuaciones en la Feria del Pilar de Zaragoza, en Valladolid, Salamanca y en Pamplona, donde fue uno de los triunfadores. Esa temporada participó en 63 corridas, en las que cortó 66 orejas.
Julio Robles, en Zaragoza
Julio Robles, en Zaragoza
El 13 de agosto de 1990, después de torear en Pamplona y en Santander, resultó gravemente herido al ser volteado por un toro de Cayetano Muñoz, de nombre «Timador» en la plaza gala de Béziers. Sufrió un traumatismo del raquis cervical entre la quinta y la sexta vértebra, que le provocó la tetraplejia. Desde que padeció el grave percancem Julio Robles paso la mayor parte de su vida en su finca salmantina.

Robles declaró en varias entrevistas en el transcurso de su paciente y dura rehabilitación que «la fe es lo más importante, y como he recuperado tanto en este tiempo, tarde o temprano sé que Dios me ayudará a andar. Torear, no sé si torearé en una plaza de toros, pero ponerme delante, pienso que no me moriré sin ponerme delante».

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