Manuel Martínez Erice fue el protagonista anoche en el Club Cocherito de Bilbao
APLAUSOS
Fotos: MANU DEL ALBA
“Cuando llegué a Madrid hace doce años pensaba que lo sabía todo e incluso si le preguntas a mi padre que llegó con un currículum impresionante, te dirá lo mismo. Y sin embargo, ahora es cuando realmente sabemos cómo es Madrid y el impacto que tiene ser empresario de esa plaza. Es increíble la repercusión y las consecuencias que tiene cualquier decisión que se tome ya sea buena o mala”. Esta es una de las muchas reflexiones que dejó anoche en los Salones del Club Cocherito de Bilbao, Manuel Martínez Erice, empresario de la plaza de Las Ventas. “San Isidro goza de muy buena salud, el año pasado por Las Ventas pasaron más de un millón de personas y la temporada resultó espléndida a todos los niveles”, reveló en el transcurso de un coloquio con nuestro compañero Iñigo Crespo.
Durante casi dos horas, Martínez Erice radiografió su paso por Las Ventas, la situación del empresariado y del toreo en general. “Es bueno que a los empresarios se nos exija pero había que exigirnos calidad e inversión en favor del espectáculo y no tanto dinero a través de los pliegos”, reveló. “En el toreo hace mucho tiempo que los empresarios somos los malos de la película. Todo el mundo entiende que los toreros deben ganar mucho dinero, entre otras cosas porque se lo merecen y nadie les cuestiona lo que ganan; nadie cuestiona el dinero de los ganaderos, tampoco. Sin embargo parece que los empresarios somos esos tipos malévolos y casi mafiosos que estamos en este sector con la única pretensión de llevárnoslo”, apuntó.
“Lo primero que debe tener un buen empresario es afición”, expuso antes de acordarse de la figura de su padre, José Antonio Martínez Uranga: “Todo lo que soy se lo debo a él. Mi padre es un empresario impresionante, una persona que ha dado su vida por su profesión. Tiene la virtud de la ironía, de la rapidez de reflejos. ¿Tengo cosas suyas?, probablemente sí, aunque no creo que sea yo la persona más indicada para hablar”.
En su exposición, Martínez Erice habló del buen trabajo que están desarrollando en la Fundación del Toro de Lidia, de la defensa y protección de la Tauromaquía y sobre su gestión en Las Ventas: “Cuando llegamos estábamos en vacas gordas y con un pliego muy duro. Luego el pliego se flexibilizó, aunque no tanto como parece y tuvimos que tirar de ingenio por la crisis. En estos años hemos potenciado los eventos no taurinos”. Y reconoció: “De lo que más orgulloso estoy como empresario es de haber logrado homogeneizar el toro de Madrid, algo que desde el primer día nos preocupó mucho”.
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