domingo, 10 de abril de 2016

FERIA DE ABRIL: Ventura se queda a un paso de su undécima Puerta del Príncipe

El rejoneador de Las Marismas corta dos orejas pero pincha una faena de enorme mérito sobre 'Sueño'; Galán se lleva un trofeo y Lea se va de vacío



Una legión de caballos se concentró desde la mañana en Sevilla. Entre los enganches y los rejones, la Maestranza parecía la finca de los Peralta. En aquella casa de caballeros, bajo la sombra de don Ángel y las bridas de Rafael, afilaron sus primera espuelas Diego Ventura en su día y ahora Lea Vicens. "Papá, mamá y jaca", fue el debut hablado del viejo Centauro de Las Marismas, según contaba en La sabiduría de un jinete. Podría decir casi lo mismo Ventura cuando un día escriba sus memorias. Una anécdota al lado de sus 10 Puertas del Príncipe.

El nuevo Centauro de Las Marismas emprendió el camino de la undécima a lomos de Lambrusco, nuevo en esta plaza, que diría el cartel de caballos si hubiera. Caballo de vino de Italia con poso de Jerez para clavar un rejón en lo alto del toro de Fermín, un murube pesado y amplio, obediente pero sin ritmo. Ese lo puso Ventura con Nazarí a dos pistas, elegante en el paso por los adentros y valiente de frente. Bárbara la reunión con los pechos por delante que puso la plaza en pie. Nazarí, padre de Lambrusco, allanó la senda hacia el Paseo de Colón. Tremendo caballo. Sobre Ritz no lo tuvo fácil con el toro más quedo. Ventura apostó, pisó terrenos de fuego y sufrió algún tropezón por su exposición. Remate remontó con las cortas y sobre todo con un formidable espadazo. Cayó rodada la negra mole y saltó Diego Ventura con su negra chaquetilla aterciopelada. La pañolada se desató con furia hasta que asomaron los otros pañuelos del palco: dos orejas.

Cuando saltó el quinto a la plaza, la tensión se cortaba con un bisturí. Como una película de suspense. Los argumentos del toro de Bohórquez jugaban a la contra de la victoria de Ventura. Remiso y aquerenciado el bonito murube. Un rejón en mal sitio no ayudaba. Pero contra la pesadilla, Sueño.

 Pedazo caballo. Y la cabeza lidiadora de Diego que jugó con las querencias y los adentros dejándoselo llegar con los chiqueros la espalda. La Maestranza en pie por cuatro veces. Ahí estaba la Puerta del Príncipe. A tiro. Las cortas parecían asegurarla. El Remate albino en plenitud. Pero agarró hueso arriba por dos veces. Aun así los tendidos asediaron el palco. No cedió la presidencia.

 La vuelta al ruedo fue agridulce. La undécima se quedó para otro día. No está mal eso de tener 10.
Sergio Galán volvía a Sevilla una pila de años después. Para abrir plaza y boca se fue a la puerta de toriles. Como una suerte de portagayola equina. El hondo, orondo y gigantón toro de Bohórquez de 606 kilos le persiguió como si fuese una gacela. Lo enceló en una noria de vueltas y revueltas. Un solo hierro para tan templadas embestidas de tranco superior. Galán rejoneó con clasicismo, enfrontilado y tranquilo sobre Ojeda. Y sobre Titán se marcó piruetas. El accidente de pegar con una banderilla en otra lo superó con las rosas peraltianas. Pero lo que ya no tuvo solución para el objetivo del trofeo fue lo del acero, tan trasero y feo.

Galán se echó el toro más grande primero y el más bonito después. Solo que el grandón galopó de lujo y el entipado escondía la tara de la flojedad. Al revés. Quién lo iba a saber. Sergio consiguió levantar la faena con Apolo. Magníficos el torero a caballo y el caballo en la remontada -el par a dos manos ejerció de definitiva palanca-, consumada con un rejonazo fulminante, como volcándose sobre el morrillo. De su cuenta corrió todo, y por tanto la oreja contuvo una justicia irrebatible.

A Lea Vicens se la espera en 2016 en todas las ferias de categoría. Para la amazona francesa salió un toro con muchos pies que después se paró en los adentros. Entre la velocidad y el frenazo en seco, los nervios le traicionaron. Algún momento de luz asomó sobre Bético. Como un reflejo del nublado cielo su faena. Incluso en la hora final.

Lea afrontó la lidia del extraordinario sexto con alegría. Y el público también. Conectó pronto. Clavase o no. Salían limpios los quiebros y se celebraban. El lomo del toro quedó decorado como el árbol de Navidad de la ONCE. Hay que huir del sexismo.Y también de la discriminación positiva. Tardó Vicens en finalizar. Confirmará en San Isidro.

FICHA DEL FESTEJO

  • Plaza de toros de la Maestranza. Domingo, 10 de abril de 2016. Octava de feria. Tres cuartos largos de entrada. Toros de Fermín Bohórquez, lustrosos, cuajados en sus diferentes hechuras, destacaron el buen 1º y el extraordinario 6º; al 2º le faltó continuidad; el 3º se paró; el 4º obedeció en sus pobres fuerzas; aquerenciado y quedo el 5º. 
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  • Sergio Galán, pinchazo y rejón muy trasero (silencio). En el cuarto, rejón (oreja). 
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  • Diego Ventura, rejonazo (dos orejas). En el quinto, dos pinchazos y rejón (petición y vuelta al ruedo). 
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  • Lea Vicens, pinchazo, medio rejón y rejonazo muy trasero (silencio). En el sexto, dos pinchazos, medio rejón y varios descabellos (ovación de despedida).

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