El diestro hizo el paseíllo el domingo pasado en
Las Ventas ante una corrida de Miura que no le permitió triunfar
Pase de
pecho de Javier Castaño en Las Ventas
Efe
Madrid.
Castaño habla para LA RAZÓN tras su compromiso en Madrid. Una tarde de
máxima responsabilidad en su carrera.
- ¿Con qué se queda de su única tarde
en Las Ventas?
- Las sensaciones que viví fueron muy buenas. Uno
siempre que va a Madrid sueña con triunfar, cortar orejas y salir por la puerta
grande, en definitiva, que sea un día bonito y para mí lo fue, aunque las cosas
no salieron como yo hubiese querido, ya que mi lote no me dio muchas
facilidades. Me quedo con el cariño con el que me recibió la afición de Las
Ventas y lo a gusto que me encontré delante de la cara de los toros.
- ¿Qué siente un torero al pisar el
ruedo de Las Ventas?
- Para mí, Madrid es siempre especial, y más en
este año. Tenía puestas muchísimas ilusiones en esa tarde, y aunque no fue una
tarde de triunfo, sÍ fue muy especial para mí. Personalmente me ha servido
mucho.
- ¿Cómo ha sido la preparación?
- Mi entrenamiento lo he centrado básicamente en
torear de salón e ir bastante al campo a tentar.
- Tras la situación que ha pasado en
estos últimos meses, ¿cómo se encontraba físicamente?
- Físicamente me encontraba bien. Para estar en
Madrid he tenido más tiempo para prepararme y por lo tanto me encontraba mejor.
- Y ¿moralmente?
- Muy fuerte, porque con todas estas
circunstancias, uno valora las cosas muchísimo más, y por lo tanto, moralmente
me encuentro a tope.
- Tras anunciar que estaba recuperado,
quiso anunciarse en Sevilla, ¿cómo fue aquella tarde en la Maestranza?
- Fue inolvidable. Una tarde en mi carrera como
matador de toros difícil de olvidar. Fue como una vuelta a la vida, una segunda
alternativa. Un cúmulo de emociones y que a pesar de haber tenido sólo 18 días
para prepararme tras salir de un tratamiento tan agresivo, fue una tarde que me
sirvió mucho.
- ¿Qué sintió al volver a ponerse el
traje de luces?
- Fue muy bonito. No sabría cómo describírtelo,
pero se me asemejaba mucho a la primera vez que me vestí de luces. Sentía el
miedo y la responsabilidad, sensaciones que a su vez me hacían sentirme muy
vivo y eso me gustó mucho, de hecho, cuando iba para la plaza, eran tantos los
sentimientos que tenía que hasta me titiritaban las piernas. Más tarde, esa
ovación con la que me recibió Sevilla me encogió el alma, fue especial.
Después, lógicamente como torero luego te van a exigir igual y tienes que hacer
el esfuerzo como si no hubiese pasado nada.
- Esas ovaciones son con las que uno se
viene arriba.
- Sí. De hecho, les agradezco, tanto al mundo del
toro como a la afición, todas las muestras de apoyo que me han dado una vez que
anuncié que estaba recuperado. Me han hecho venirme arriba, valorar todo mucho
más y apreciar a mi profesión y a mi gente.
- ¿Se mira la vida con otros ojos?
- Sin lugar a duda. Hay cosas que antes las veía
más rutinarias, y ahora las disfruto mucho más.
- ¿Llegó a plantearse dejar la
profesión? ¿Qué le aportó el toreo?
- En la situación tan delicada que estaba pasando
durante la enfermedad, uno de los pilares más importantes para salir de
adelante fue verme anunciado en Sevilla y saber que tenía un objetivo que
cumplir. Pensar en mi profesión me hizo venirme arriba. En este caso,
claramente, el toreo tiró del hombre.
- Tras Sevilla toreó una tarde en
Portugal, pero su mirada estaba puesta en Madrid con varias semanas de
antelación, ¿no?
- Madrid es el sueño de cualquier torero. Cuando
vamos al campo a un tentadero y cuajamos alguna becerra, uno se va a casa muy
contento por haberse podido sentir realizado. Imagínate si algún día lo puedes
hacer en Madrid. Sería tocar el cielo con las yemas de los dedos.
- ¿Cuántas veces sueña con esa puerta
grande de Las Ventas?
- Más que con la puerta grande, con tener una tarde
emotiva y bonita, en la que pueda cuajar un toro como yo siento, aunque luego
pinches y sea una obra incompleta. El sentirte realizado en Madrid es muy
importante.
- ¿Qué le ha pesado este año más,
Sevilla o Madrid?
- Este año lo que he tratado es de disfrutar las
dos tardes como quiero disfrutar la temporada. Al principio del año, no sabía
ni siquiera qué iba a ser de mi vida, si iba a estar para poder estar o no, y
el hecho de haberme podido ver anunciado en los carteles me ha hecho disfrutar
mucho, quitando incluso esa presión que tenía otros años.
- ¿Cómo se le plantea la temporada?
- Mi próximo compromiso es un festival, el sábado
11 de junio, en Cedillo del Condado, Toledo. Este año cumplo 15 años de
alternativa y me gustaría que fuese un año especial, que de momento lo está
siendo. No busco la cantidad, sino disfrutar de mi temporada, y que cuando sea
octubre o noviembre esté hablando de una gran temporada.
- ¿Cuáles son sus objetivos en el
toreo?
- Mis objetivos son siempre crecer y sentirme como
torero, disfrutar de mi profesión y sentir el reconocimiento de los aficionados
y tus compañeros. Yo creo que eso es lo más gratificante para un torero.
- ¿Y en la vida?
- Aprovechar todo al máximo. Cuando uno pasa por
trances tan difíciles como el que yo he pasado, tus objetivos en la vida son
disfrutar de la familia, de los amigos, de tu profesión y de todo lo que te
rodea.
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