lunes, 9 de enero de 2017

MANIZALES Cortó cuatro orejas en un broche de oro El Juli, un fenómeno arrollador

El Juli cortó cuatro orejas para poner el broche de oro a la Feria de Manizales

Morante, que se llevó una oreja, dejó detalles de buen toreo

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ALBERTO LOPERA > Manizales

La grandeza torera de El Juli ha puesto un broche de oro a la Feria de Manizales. Desde tempranas horas la niebla, el frío y la lluvia entoldaron el cielo, pero como presagio de algo grande el sol apareció tímidamente, justo al inicio de la corrida. El lleno en los tendidos fue marco maravilloso para recibir a dos figuras del toreo: Morante y El Juli fueron ovacionados al terminar el paseíllo.

Los toros con el hierro de Ernesto Gutiérrez tuvieron la presentación característica en el encaste, lustrosos y de comportamiento interesante, con bondad, nobleza y repetición la mayoría, sin faltar un par de ellos con peligro sordo y complicaciones.

Cuando Morante está en el ruedo, las pasiones enfrentan los tendidos. Su primer toro se dejó en una faena especialmente derechista, con temple y calidad. Lamentablemente la espada quedó un tanto caída, siendo obligado a saludar en el tercio. Su segundo salió con mayores complicaciones que se agrandaron ante el desconcierto de Morante quien pasó un calvario con la espada, recibiendo dos recados del Presidente que seguramente la bronca general no le permitió escuchar.

Su tercer toro de salida le permitió bordar cadenciosas series de verónicas desmayadas rematadas con media de antología. Llegó el toro a la muleta con la embestida a media altura, perfectamente aprovechada su nobleza por el diestro, en tandas en redondo acompañadas de la música. La estocada fue efectiva, paseando por el redondel el premio de una oreja.


Media verónica de El Juli en Manizales I JULIÁN VELASCO

Dos auténticas cátedras de bien torear dictó El Juli en sus toros, ambas premiadas con las dos orejas, ante dos toros que parecieron clonados en presencia y juego. El madrileño se mostró en ambos variadísimo con el capote: verónicas, chicuelinas, y lopecinas sumaron el repertorio. Supo acomodar la técnica y el poderío, de acuerdo a las embestidas de cada uno, ligando las series de mano muy baja con exquisito temple. Pases muy variados al final, muchos de rodillas, y dos estocadas de su marca, volcándose con fuerza, sepultando el acero hasta la gamuza. Cuatro orejas a sus manos que le sitúan como el gran triunfador de la feria.


Hierro de Ernesto Gutiérrez - Colombia Plaza de toros Monumental de Manizales. Última de feria. Lleno en los tendidos en tarde lluviosa. Toros de Ernesto Gutiérrez, muy aceptables de presencia y juego. logo-mundotoro-fichas-crónicas
Morante de la Puebla, silencio, bronca y oreja;
El Juli, ovación, dos orejas y dos orejas.

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