La primera novillada de los festejos taurinos contó con menos de media entrada en una tarde muy lluviosa
Jesús Enrique Colombo, ayer en Cuéllar, durante la faena. /
ÁLVARO MARTÍNCuéllar
Primera de las dos novilladas del abono de los festejos taurinos en Cuéllar, que tras el aplazamiento del festejo de rejones del lunes, sirvió para inaugurar el serial de espectáculos con los de luces. Se lidió una novillada de Brazuelas de Alcazarén (Valladolid) desiguales de presentación y juego, ya que en líneas generales la faltó casta. La plaza contó con menos de media entrada en tarde muy lluviosa.
Ricardo Maldonado recibió a su primer antagonista de manera correcta con el capote, aunque ya el cornúpeta, de inicio, mostró síntomas de poca fuerza. Con la muleta planteó una faena administrando las fuerzas del astado tanto sobre la mano derecha como al natural. El novillo pronto se apagó y el de Valladolid tuvo que tirar de técnica y valor para al menos demostrar su correcta disposición.
Mató al segundo intento recibiendo palmas. A su segundo, en medio de un intenso aguacero apenas puedo realizar nada sobre el capote. Meritorio tercio de banderillas por parte de la cuadrilla debido al estado del ruedo. Ya sobre la muleta, Maldonado buscó los terrenos menos embarrados, para realizar una faena contra los elementos, lluvia, frío y suelo. Pese a ello, estuvo muy dispuesto y recibió el reconocimiento del público. Mató de media estocada que le obligó a descabellar en varias ocasiones. Recibió palmas.
Jesús Enrique Colombo apenas obtuvo lucimiento con el capote ante un ejemplar que también blandeó de inicio. Excesiva suerte de varas la que protagonizo el del castoreño. Ya con la muleta, el venezolano firmó series con temple y buscando la ligazón pese a que el novillo no se desplazaba con gran condición. Lo mejor vino con la mano derecha en una serie iniciada con un molinete. Al natural, la faena tuvo más calado propiciando el reconocimiento por parte del respetable. Mató de estocada entera, aviso para a continuación serle concedida una oreja. Con su segundo, Colombo estuvo dispuesto, con ganas de sobreponerse al estado del ruedo. Con el capote, nada destacable, si bien con la muleta obtuvo series con ligazón y mucho temple sobre la mano derecha, levantado palmas en los tendidos. Mató de estocada entera muy efectiva y el novillo cayó sin puntilla. Obtuvo una oreja.
Miguel Ángel Pacheco recogió las primeras embestidas de su primer ejemplar estirándose bien a la verónica. En varas, el astado fue castigado fuertemente en un tercio que se hizo muy desordenado, bien esta vez si la cuadrilla en banderillas. Con la muleta, el gaditano realizó la faena fundamentalmente sobre la mano derecha, con series ligadas y arrancando las embestidas del novillo, ya que aunque, noble, pronto se apagó. Estocada contraria que hizo guardia, otra entera delantera que le obligó a descabellar en varias ocasiones. Recibió aviso y leves saludos. Con el animal que cerraba plaza no obtuvo lucimiento con el capote. Ya con la muleta, Pacheco no terminó de acoplarse realizando lo más destacado sobre la mano derecha, pues al natural el novillo se quedaba corto. Faena de alivio por las dificultades que presentó el cornúpeta. Mato de estocada entera recibiendo leves palmas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario