martes, 13 de marzo de 2018
Feria de Fallas: Marcos salva al final la tarde
Toñete, hijo de un conocido empresario, es uno de los novilleros que más torean: lleva ya, esta temporada, cinco festejos. Se advierte eso en su oficio. Está firme y seguro tanto en el primero, que engancha las telas, como en el cuarto, que protesta: éste tarda en caer y escucha dos avisos.
En dos temporadas, el alicantino Jorge Rico ha toreado solamente cuatro tardes. Demasiado poco se nota su falta de experiencia. En el segundo, muestra personalidad, intenta componer la figura con estética y mata recibiendo. Sólo puede perseguir al quinto, muy huido, y matarlo de un espadazo.
He apreciado las buenas condiciones de Marcos en Illescas y Olivenza. Hijo de empresario taurino y nieto de ganadero, debe de haber toreado mucho en el campo, posee buen estilo clásico. El tercero no transmite nada. En el último, cuando ya nada esperábamos, lidia bien Miguel Martín y Sergio Aguilar saluda después de dos grandes pares. Marcos, que ha ido a portagayola, lo sujeta por bajo y consigue naturales largos, con temple y ligazón. Mata bien: justa oreja.
La grisura de la tarde me había hecho recordar la «Sinfonía en gris mayor» de Rubén Darío: «La lámina de un cielo de zinc… el fondo bruñido de pálido gris». Está claro: si las reses no tienen casta y fuerza, la emoción es imposible, por nobles que sean. Al final, Marcos nos ha permitido recuperar la ilusión. En este buen camino debe perseverar.
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