En la penúltima de la Temporada Grande, se lidian reses de distintas ganaderías
Mundotoro
Memorable. Así se puede definir la corrida del ‘Estoque de Oro’ que se vivió en La México. Y por muchas razones. Primero, por una faena antológica e histórica de Antonio Ferrera que consiguió perdonar la vida a ‘Tocayo’, un bravo astado de La Joya. El diestro extremeño entró en el corazón de La México a base de tres conceptos: torería, magia e improvisación. Segundo, por la faena épica de Joselito Adame, que tras recibir un voltereta volvió a la cara del toro sin ningún aspaviento. Tercero, por la imagen, una vez más, de clase de José Mauricio y cuarto, porque tanto Ponce, como Luis David estuvieron por encima de sus astados en una tarde memorable. Histórica. Para el recuerdo.
Morante no tuvo ninguna opción.
En segundo lugar salió ‘Tocayo’, un astado de La Joya con buenas hechuras, que evidenció su extraordinaria condición desde el principio. Apretó en el tercio de varas y mantuvo su transmisión, recorrido y viaje hasta el final. Antonio Ferrera cuajó de principio a fin al astado, realizando una apoteósica faena, con series de muletazos antológicos, dejando siempre la muleta en la cara. Los naturales fueron auténticos carteles de toros. Vistió las pausas y los espacios. Dejó galopar al toro y levantó al público en pie después de cada tanda. La faena también estuvo impregnada de detalles personalísimos y llenos de torería. El público pidió el indulto al toro, que finalmente fue concedido.
El quinto, de Reyes Huerta, tuvo clase, pero estuvo medido en la raza. Joselito Adame cuajó de principio a fin al astado. Tras una variado recibo con el capote, Joselito Adame banderilleó al astado junto a Antonio Ferrera y Luis David, que cuajaron un destacado tercio de banderillas. Joselito Adame supo administrar al astado hasta conseguir una faena de menos a más. Los momentos de mayor emoción llegaron en la corta distancia. En un desplante, el toro le prendió. No se miró el hidrocálido y volvió con mayor entrega a la cara del toro. Dejó una estocada y paseó las dos orejas.
En cuarto lugar, salió un toro de Xajay bien presentado y de muy buenas hechuras, que embistió con clase, humillación y temple en la muleta de José Mauricio. El diestro azteca realizó una faena con pasajes de alto toreo, llevando muy toreada la embestida y rematando las embestidas detrás de la cadera. Cuando más llevó cosida la trayectoria del animal, más rotundos fueron los muletazos. Faena de menos a más. Dejó una estocada y paseó una oreja de peso.
Tras lastimarse el astado de Julián Hamdan en el capote de Enrique Ponce y ser devuelto, salió al ruedo el primer sobrero, de la ganadería de La Joya. Fue un astado alto, que resultó descastado y desclasado. Ponce intentó, en una tesonera labor, dar ritmo y alargar la embestida del toro, consiguiendo muletazos muy meritorios. Faena profesional del valenciano, basada en la técnica y las alturas. Remató en terrenos de cercanías. Dejó una estocada y saludó una ovación.
Pocas opciones ofreció el tercero, de la ganadería de Bernaldo de Quirós, que salió desfondado y parado del caballo. Tras probarlo por los pitones, Morante de la Puebla decidió irse a por la espada.
El sexto, de Las Huertas, ofreció complicaciones desde que saltó al ruedo y evidenció su querencia.
Luis David lo intentó por ambos pitones, apostando y echando la moneda al aire en cada embroque.
El astado no se entregó a la muleta de Luis David, que superó con valor la condición del astado.
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