miércoles, 18 de marzo de 2020

Paco Ureña: «Esta soledad y este miedo se asemejan a cuando perdí la visión del ojo»



El gran triunfador de la temporada 2019, que este miércoles toreaba en Fallas, habla de la situación actual, «una pesadilla para todos y un mazazo para el mundo del toro»

Paco Ureña
Paco Ureña - Guillermo Navarro



Rosario Pérez




Lo que va de 2019 a 2020. Un mundo, no tan distinto para un torero amigo íntimo de la soledad. Por otros motivos, por otra cornada. La del toro que le arrancó la visión del ojo izquierdo y a punto estuvo de arrebatarle la vida. Hace un año, Paco Ureña reaparecía en Valencia con la mitad de su rostro en penumbra por el percance sufrido en septiembre de 2018 en Albacete. Y volvió para alzarse con la copa de la victoria de toda la temporada. El triunfador de 2019 cumplía este miércoles su primer paseíllo en las Fallas, pero la feria de la capital del Turia se ha cancelado, como tantas otras, por el Covid-19 que arrasa con la piel de toro. «Era el día de volver a hacer lo que más me apasiona: torear».

«Los sanitarios ponen en peligro su vida por el coronavirus. Hacen una labor brutal para velar por los enfermos. Merecen un ole muy grande»


Ureña guarda silencio. Son muchos los recuerdos. Rememora aquel día de su renacimiento. Tantos temores, tanta desolación, tanta incertidumbre: «Hace año y pico, por lo del ojo, viví una situación parecida en solitario, de miedo, de no saber qué iba a pasar, de no saber si iba a torear, si perdería la visión completa... No sabía qué futuro me esperaba. Ahora, siendo un caso que ya no es en solitario, sino que nos afecta a todos, pienso mucho, y todo eso se asemeja a aquella incertidumbre, a aquel miedo, a no saber qué va a pasar. Es muy desagradable, pero lo superaremos».

-¿Cómo lo está viviendo?

-Junto a mi mujer, Elena, cumplo las normas sanitarias en nuestra casa de El Casar. Esto es surrealista, parece una película de ficción. Lo estamos sufriendo todos los españoles, y como todos ellos deseo que esto termine cuando antes para seguir adelante.

-¿Puede continuar sus entrenamientos?

-No puedo hacer tentaderos, que es lo que me gustaría. Pero sí tengo la suerte de tener un pequeño gimnasio donde entrenar, puedo coger los chismes y torear de salón. Yo no me puedo quejar.
 
-¿Le preocupa esta crisis?

-Mucho. Esto es un mazazo tremendo para la economía en general y para el mundo del toro, para empresarios, ganaderos y toreros. De los toreros viven muchas familias taurinas. La cuadrilla, el chófer... Son muchas personas las que dejan de ingresar dinero. Quizá los ganaderos sean los que más lo sufran porque tienen que seguir echando de comer a los animales, pero de los toreros dependen muchas personas.

-Con el añadido de que los que no han toreado en América no facturan desde octubre.

-Es un drama. Hay gente que lo va a pasar verdaderamente mal. Por eso hay que cumplir lo que dicen las autoridades sanitarias para echar a andar cuanto antes.

-¿Ha estado a la altura el Gobierno?

-Sinceramente, creo que no. Teníamos el refrán de «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar», y teníamos un precedente tan grande como el de Italia. Nos advertían de que no hiciésemos eventos ni concentraciones masificadas, que tomásemos medidas drásticas cuanto antes. ¿Cómo se ha podido tardar tanto tiempo en reaccionar, en cerrar las fronteras y paralizar el país? Si se hubiese actuado antes con mayor contundencia, se hubiera ganado mucho tiempo. «Mire usted, esto es un estado de emergencia y aquí no se mueve ni Cristo». A veces parece que vivimos en un país donde creemos que nunca va a pasar nada, con muchos valores perdidos y con el «sálvese quien pueda». Esto debe servir para unir a todos los españoles y darnos cuenta de nuestros errores.

-¿A quién aplaudiría?

-Los sanitarios merecen un ole muy grande, por el trabajo y el esfuerzo que hacen. Se están jugando la vida, la ponen en peligro para velar por los enfermos de coronavirus. Hacen una labor brutal.

-Usted conoce de cerca el sacrificio. ¿Qué mensaje enviaría a la gente?

-Que mantengan la cabeza fuerte y que sean positivos. Y, sobre todo, no movernos de casa. Lo importante es la salud, que no haya más muertes ni más contagios. Cuando todo pase, volveremos a la normalidad y a hacer cada uno lo que más nos guste.

-¿Ve factible aplazar las ferias?

-Yo confío en que esto se vaya frenando, aunque no sabemos cuándo pasará del todo. Los empresarios se unirán para tomar medidas y dar todas las ferias posibles, aunque la temporada se alargue un poco más. Es muy complicado, claro, pero esto ha pegado muy fuerte al sector. Nosotros no tenemos un sueldo y dependemos de lo que generamos.

-¿Le duele este escenario?

-Me duele muchísimo. Es un mazazo y una desgracia para todos. Es muy negativo para la economía, habrá despidos. ¿Qué hace el empresario que tenga que pagar quince mil euros todos los meses? Es una pesadilla, parece irreal. Cuando no puedes torear por un percance, dependes de tu propia evolución, pero este caso es muy dramático. Es una locura total. Nos afecta a todos y no podemos hacer nada, solo estar en casa para no contagiarnos ni contagiar a nadie. Ojalá aprendamos la lección, todos unidos y cumpliendo las normas de Sanidad, y volvamos más fuertes. En mi caso, sentirme libre toreando.

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