Paciencia y fe que vendrán nuevamente los entrenamientos en la monumental de San Cristóbal
En tiempo de pandemia sin precedentes, entre capotes, muletas y carretones guardados, se desatan comentarios provenientes de la ciudad que custodia con su variado caudal el río torbes.
La fabrica de sueños toreros con sede en la plaza de toros monumental de San Cristóbal, que inició la formación de toreros con avanzado nivel de enseñanza bajo la dirección artística del recordado maestro César Faraco, y tras su lamentable fallecimiento asumió el matador Ramón Álvarez "El Porteño", quien de manera consecuente y tesonera brindo la opción de torear a buena cantidad de niños y jóvenes.
Pero "El Porteño" cómo que adivino la pandemia y se monto en un pájaro de acero con destino a España, antes de las restricciones sanitarias originadas por el virus chino.
Entonces la dirección de la escuela sobre la marcha, llegó a acuerdos con un conocido subalterno de buena trayectoria profesional para dirigir las enseñanzas, pero lo que no estaba previsto era que apareciera un virus peligroso, que impediría oír a los jóvenes citando al toro imaginario en sus clases en el ruedo.
Ahora "El Porteño" desde España, como los runrunes de Bocaranda, señala que fue aislado en su labor como maestro, y en solitario asumió la organización de festejos para los noveles.
Luego aparece por las redes sociales el matador Favio Castañeda, informando que viene llevando entrenamientos en la plaza de toros tachirense estas últimas semanas con más de ocho alumnos, exigiendo centrar interés en la escuela para que haya futuro.
A nosotros nos gusta consultar las fuentes antes de emitir opinión o informar, y resulta que la única circunstancia que impide el reinicio de las prácticas taurinas en la Fundación Escuela Taurina de San Cristóbal "César Faraco", es la prohibición por parte de las autoridades nacionales y regionales a raíz de la pandemia desde los primeros días de marzo hasta la fecha.
Consideramos que es realmente aleccionador la ilusión de los jóvenes aspirantes así como del matador Castañeda, por cierto de destacadisima actuación en la última FISS, y celebramos que sean ellos los que intenten presionar para el retorno de las prácticas en la plaza, pero esa hermosa ilusión torera, por su juventud, no debe sobrepasar el necesario entendimiento y comprensión de las actuales circunstancias que impiden la normalización de las actividades.
Así mismo creo que ante la gravedad de la situación presentada en el país en escuelas de otra índole, sería irresponsable por parte de la dirección de la escuela taurina, convocar a clases, exponiendo a maestros y alumnos a un alto riesgo que tiene al mundo entero sumido en dolor, consternación y preocupación.
El nuevo maestro designado y la directiva de la escuela, solo esperan la anhelada normalidad para reiniciar actividades, señala Manolo Ordóñez, presidente de la Fundación de la escuela taurina, dónde las actividades se han mantenido en interesantes coloquios en línea.
Hay que recordar que la premura y desesperación hay que manejarlas con paciencia sobre todo en el toreo y más en tiempos de coronavirus.
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