domingo, 30 de enero de 2022

Emilio De Justo y Jesús Enrique Colombo se ganaron la Puerta Grande.



En la última de San Cristóbal


Germán D'Jesús Cerrada
Fotos Gustavo Rivas
La última de San Cristóbal, con más de media plaza y un público alegre, cerró el telón de la Feria Internacional de San Sebastián con el mano a mano esperado por la afición entre Emilio De Justo y Jesús Enrique Colombo. La pelea fue en ruedo con seis toros de los herederos de Hugo Domingo Molina que hoy salieron con el color negro en señal de duelo por la muerte de su fundador. Los dos toreros salieron por la Puerta Grande del coso de Pueblo Nuevo después de haber cortado cada uno dos orejas.

La corrida se inició con un toro de Rancho Grande de nombre Ranchero, con el cual debutaba en Venezuela el español Emilio De Justo, quien vestía un bello traje grana y oro con cabos blancos, en una tarde con mucho viento. En su primera intervención el toro se le colo perdiendo las manos, dándose un fuerte golpe con el burladero, y lesionandose la pata derecha. Sin embargo, Emilio fue llevando el toro a la pañosa con tres tandas de derechazos, oyendo música se adornó con molinetes y mató de certera estocada, cortando una oreja.

En su segundo toro de su lote, tercero de la tarde de El Prado, ligó cuatro muletazos con temple por la derecha, cinco naturales, sonando el pasodoble, y siguió con varios derechazos, un afarolado y remate de pecho. Buscó la oreja con la izquierda con tres naturales con la mano muy baja, rematando con autoridad, manoletinas y uno de pecho profundo, estocada baja. El toro cae sin puntillas, una oreja concedida por la autoridad.

El quinto de la tarde, el más chico de la corrida, distraído y suelto, el torero con oficio le da una buena tanda por la derecha oyendo música, media estocada perpendicular, breves aplausos.

Jesús Enrique Colombo, con el público a su favor, lidió el segundo toro de la tarde; el viento siguió molestando, colocó tres pares de banderillas, las mejores de la corrida, que hicieron alegrar a los aficionados. El toro se dejó lidiar tanto por la derecha como la izquierda, remató con chicuelinas y mató de certera estocada cayendo el del Prado sin puntillas, una oreja.

En el segundo de su lote, cuarto de la corrida, le correspondió un toro incómodo, con mucha mansedumbre, que pronto se refugió en las tablas. El venezolano no pudo hacer mayor cosa, despacha al toro con un espadazo, recibiendo la ovación del público.

En el último de la feria, cerrando la Feria Gigante de América, con un ejemplar de Rancho Grande con el nombre del pueblo que vio nacer a Colombo, "Taribero", inicia la faena con una larga cambiada, en el quite con lopecinas. En el tercio de banderillas pide a la autoridad que le toquen Brisas del Torbes, canción muy popular en el estado Táchira. De rodillas da cuatro muletazos con la derecha, remata con la de pecho, el torero muy voluntarioso busca al toro con mucha fuerza y voluntad, corta una oreja con petición de la segunda.

Incidencias: En el quinto, Eduardo Graterol, con un buen par de banderillas y aplausos.

Dos toros de Rancho Grande 1° y 6°, cuatro de El Prado 2°, 3°, 4° y 5°.
Emilio De Justo grana y oro con cabos blancos, oreja, oreja y palmas.
Jesús Enrique Colombo, azul noche y oro, oreja, palmas, palmas y oreja, con petición de la segunda.

Triunfadores de la Feria Internacional de San Sebastián.

Triunfador. José Garrido
Mejor Faena. Emilio De Justo.
Mejor Estocada. Jesús Enrique Colombo.
Ganadería y Mejor Toro. Campo Largo.
Subalterno. José Chacón.
Banderillero. Eduardo Graterol.
Picador. Rene Quintana.

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