Germán D' Jesús Cerrada
Henrique Avril, profesionalmente conocido como H. Avril, fue el primer reportero gráfico de Venezuela. Nació en Libertad, estado Barinas, en 1866, hijo de inmigrantes franceses. Murió en Puerto Cabello el 27 de junio de 1950, una fecha que coincide posteriormente con el Día del Periodista en Venezuela.
Pasó la mayor parte de su vida en Puerto Cabello, donde concibió gran parte de su obra fotográfica.
Con solo 18 años, publicó sus primeros trabajos en la revista Photo-Gazelle, donde recibió sus primeros reconocimientos.
A los 27 años, en 1892, comenzó a colaborar con la prestigiosa revista El Cojo Ilustrado. Durante 23 años (1892-1915), sus trabajos artísticos prestigiaron las páginas de la que es considerada, por muchos críticos, la publicación literaria más selecta que ha conocido Venezuela.
Artista y testigo de una época
Avril está considerado un auténtico artista de la fotografía y el dibujo. Sus trabajos lo sitúan en el primer plano del arte fotográfico de finales del siglo XIX y principios del XX. En sus viajes por Venezuela, conoció en Barcelona a María de Lourdes Ugueto, una mujer que, según se dice, inspiró su notable carrera profesional.
El nombre de la familia Avril se hizo famoso gracias a Henrique, aunque su padre, Luis Avril (miembro del movimiento impreso de Barinas en el siglo XIX que trabajó para el General Ezequiel Zamora), y uno de sus hermanos también fueron fotógrafos.
Como reportero gráfico, Avril plasmó con un realismo profundo y una vivencia incomparable la belleza y el drama de la provincia venezolana. Su cámara de fuelle documentó los estragos de la guerra, la cruda realidad de los indígenas, las faenas del pueblo, los juegos de béisbol y las corridas de toros.
Sus fotografías revelan de manera plástica y humana un país desmantelado por caudillos ambiciosos, mostrando el rostro de la miseria, el hambre y el horror que dejaban los ejércitos a su paso.
Un Legado Visual Imperecedero
Las fotos de Avril, publicadas en El Cojo Ilustrado, deshojan la biografía espiritual de los pueblos de la Venezuela novecentista.
Después de la desaparición de esta revista, continuó su labor reporteril en publicaciones como Actualidades y El Nuevo Diario, de Rómulo Gallegos.
Como señaló el crítico Humberto Cuenca en su libro Imagen Literaria del Periodismo, las fotos de Avril revelan a las nuevas generaciones un paisaje humano seco y desgarrador, muy diferente de la naturaleza idealizada que otros fotógrafos captaban. Cuenca afirma que, después de Avril, la ilustración en Venezuela se limitó a calcar la realidad, perdiendo el elemento creador que él había aportado.
1 comentario:
Excelente trabajo..felicitaciones
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