Jesús Ramírez "El Tato"
Esa gran figura venezolana del toreo que fué y sigue siendo César Girón, le dió nombre propio a su vida personal, profesional y amorosa, y aunque el gran amor que marcó su vida fué Daniele Ricard, hija de un acaudalado francés, que tras procrear tres hijos, terminó en lamentable divorcio.
Luego el nombre de César divagaba entre reinas, hermosas mujeres de famosos apellidos en Maracay y Valencia y hasta en una reconocida luchadora social con apellido de pura prosapia valenciana, que al parecer ocupaba el corazón del triunfador espada qué falleció con apenas 38 años.
Nos referimos a Hacibe Ramos quien ocupó cargos de representación popular como diputada de la Asamblea Legislativa del Estado Carabobo, concejal en el distrito Valencia ahora municipio, presidenta del concejo municipal y profesora en la Escuela de Relaciones Públicas de la Facultad de Ciencias económicas y sociales de la universidad de Carabobo.
Sin mucha trascendencia pública, César mantenía este amor que se consolidó en el tiempo como empresario de la monumental de Valencia.
La tarde del 19 de octubre de 1971, César se reunió en Caracas en la Tasca Mario y luego en El Portón de El Rosal, con varios amigos entre los que estaba Carlos Felice Castillo, Iván Sánchez y Julio García Vallenilla, que celebraban el reencuentro con Curro y Efrain Girón superando diferencias.
Al filo de las 7 y 30 de la noche César insistió en venirse desollendo consejos de sus amigos. El pretexto del enamorado espada era que tenía que estar temprano en Valencia donde le esperaba Hacibe Ramos y echaba el cuento de un fino reloj Patek Phillipe de platino que guardaba Hacibe en señal de unión amorosa.
Ya es sabido que Cesar falleció en accidente de tránsito y se llevó fechas históricas como recuerdos amorosos de un corazón desatado que le dió gloria eterna al toreo en el orbe
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