Aguascalientes, Ags.- La tarde en la Monumental de Aguascalientes no fue una tarde cualquiera; fue una tarde de promesas que se cristalizan y de toreros que dejaron el corazón en el ruedo, todo en beneficio de la Academia Taurina Municipal Alfonso Ramírez "El Calesero". Bajo un cielo agradable, y con un tercio de aforo, se lidiaron novillos de distintas ganaderías.
Los tendidos fueron testigos de una doble celebración: la confirmación de un venezolano audaz y el ascenso de un joven español, que compartieron la salida en hombros.
Jesús Enrique Colombo, el torero de Venezuela, demostró con creces su compromiso. Lo vimos cubriendo los tres tercios con una entrega total y con ideas claras.
Con un ejemplar bonito de la ganadería de Santa Inés, que le permitió expresarse, Colombo no solo toreó, sino que bordó faenas memorables. El público reconoció esa sinceridad con el toro y la recompensa fue justa: Dos Orejas. Por su parte, el joven español, Marco Pérez, hizo lo propio. Lidiando un novillo-toro de Santa Fe del Campo con un buen pitón derecho, el joven desató su arte en el de regalo.
Entendió al animal, se impuso con valor y ligereza, culminando una actuación redonda. La plaza lo aupó tras cortar Dos Orejas en el de regalo, sellando así su proeza.
El resto del cartel dejó también su huella: El rejoneador Emiliano Gamero tuvo un Silencio tras aviso. Luis Fernando Sánchez se ganó la Ovación.
Román, quien sustituía a Borja Jiménez, cosechó Ovación y palmas en el de regalo, y Miguel Aguilar se llevó Palmas. Es un momento mágico en la tauromaquia: ver a dos jóvenes, Colombo y Pérez, unirse en la gloria y escribir juntos el inicio de su historia en México.

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