domingo, 14 de octubre de 2012

Se deteriora penosamente la salud de Rodolfo Rodríguez "El Pana", el torero gitano mexicano



Pla Ventura.-.

Los que hemos tenido la suerte de indagar en la personalidad de Rodolfo Rodríguez El Pana nos sentimos consternados ante su situación actual que, abandonado por la salud está arrastrando su peor desdicha y de ello, a lo largo de su vida, el maestro sabe más que nadie. Es cierto que, de nuestra parte, hoy más que nunca, queremos hacerle llegar al diestro nuestros mejores deseos para que recupere la salud y, a su vez, que él nos pueda seguir regalando su arte.

Rodolfo Rodríguez El Pana

Vida dura la suya, hasta el punto de que al final, su hígado, le ha jugado una mala pasada; las fisuras que su cuerpo ha tenido en su apasionado paso por la vida, como digo, está pagando ahora las consecuencias de aquella cadena de errores que, dicho sea sin rubor, le encadenó el propio taurinismo que le negaron todos sus valores durante muchos años de su existencia. El Pana, el loco, le llamaban los taurinos de su país; le aborrecieron las figuras de su época porque todos eran conscientes de su capacidad artística y, la mejor forma de que no molestara a nadie, no era otra que arrinconarlo.


Para su fortuna, desdichas ya olvidadas, tuvo que ser en aquella tarde de enero de 2007, casualmente, la fecha en que anunciaba su retirada; la que recogía la última “limosna” que le entregaban para que se marchara sin mayores amarguras. Y allí cambió el sino de su vida puesto que, durante algunos años más, El Pana, certificaba en los ruedos de México que no estaba equivocado; que el error lo habían cometido los demás mientras le denigraban. Como explico, las fuerzas vivas del país le reclamaron que no se retirara en la mencionada tarde y, para su dicha y la de todos los aficionados, durante unos años más, la magia de El Pana siguió conquistando corazones por todo México.


Tras su delicada intervención, le hemos visto ahora triste en las imágenes que hemos presenciado. Con la personalidad de siempre, con el carisma que siempre le caracterizó, pero con el cuerpo roto y malherido. Ha sido, sin duda alguna, su peor “cornada”. El Pana está muy delgado; su cuerpo está recuperándose y, como él confesara, pese a todo, “el año que viene seguiremos firmando contratos”. Y ese es nuestro deseo que, Rodolfo Rodríguez El Pana siga escribiendo bellas páginas de toros en los ruedos de México y, a poder ser, por todo el mundo.


Con Rodolfo Rodríguez El Pana nos encontramos con un hombre singular; un tipo tan particular que, su sola presencia en los ruedos, ante los aficionados, era capaz de eclipsar a todo el mundo. Recuerdo que, la feliz tarde de la confirmación de alternativa en La México de Curro Díaz de manos de El Pana, era tanta la ilusión que tenía dicha plaza por verle que, la gran actuación de Curro Díaz, pasó desapercibida. ¿Puede un torero eclipsar a otro en una misma corrida? Es difícil porque cada cual juega sus cartas y, aplausos, los hay para todos. Sin embargo, recuerdo aquella corrida por TV y sucedió cuanto explico; que luego El Pana ni siquiera pudo triunfar, pero le bastó y le sobró con un sublime trincherazo marca de la casa para que allí no se hablara nada más que de El Pana.


El Pana, como sabemos, es el todo y la nada; pero siempre bajo el estigma de un artista irrepetible, de un torero que no se parece a ninguno, diferente mágico, genial; un torero capaz de dejar ahíto de felicidad el corazón de cualquier aficionado con un solo lance y con un sencillo muletazo. Salud siempre, maestro.

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