(Foto: Emilio Méndez) |
Gran faena del sevillano premiada con una oreja
APLAUSOS
Diego
Silveti, que mostró actitud y entrega con el lote de menos opciones,
sufrió una cornada en el gemelo derecho con fuerte contusión cervical
con el sobrero de regalo.
La
plaza de toros de Guadalajara ha respondido al esperado duelo entre
Morante de la Puebla y Diego Silveti. La afición azteca, que llena en
sus tres cuartas partes la plaza Nuevo Progreso, ha obligado a saludar a
sevillano y mexicano. Abrió plaza un toro cornipaso y muy bien
presentado de Campo Real al que Morante recetó verónicas de mucho aroma y
compás. El sevillano tan sólo pudo dejar detalles de su tauromaquia
como en un torero inicio por alto y una serie muy templada sobre la mano
derecha ante un ejemplar que se vino abajo demasiado pronto.
Sentido brindis al público de Morante en el tercero, un toro de Teófilo Gómez, con clase y buen son. Faena fundamentada sobre la diestra, de más a menos, e iniciada ayudándose por alto. Belleza y expresión. El sevillano se sintió en derechazos que tuvieron hondura, profundidad, sentimiento y ligazón. Se relajó el de la Puebla y el toreo surgió con naturalidad por ambos lados. Inspiración y creatividad. Una tanda por la izquierda tuvo trazo largo y mano baja. Finalizó con ayudados por alto y trincherazos muy jaleados por el público. Remató su actuación de media estocada en el segundo encuentro.
Hermosas fueron las verónicas de recibo al quinto, un toro protestado tras lesionarse el pitón izquierdo al rematar en el burladero de matadores. Chicuelinas con garbo y suavidad del sevillano en el quite. Equivocada fue la decisión del juez de plaza de no devolver a un toro mermado y flojo. Hubo un esbozo de faena pero el sevillano, con el público en contra, optó por abreviar. Desafortunado con la espada.
Variado se mostró Diego Silveti, en el recibo a la verónica y en un galleo por chicuelinas para llevar al toro al caballo. El torero de dinastía estuvo firme y asentado en una labor en la que trató de llevar con templaza la desclasada embestida de un toro que pese a que tuvo movilidad y emoción le faltó calidad. Actitud de Silveti en un conjunto meritorio que coronó de una estocada tras pinchazo.
Bajo y bien hecho el cuarto de Los Encinos, protagonizó un buen tercio de varas. Silveti ejecuta un emotivo quite por saltilleras, con revolera y brionesa de remate. El mexicano brindó a Morante una labor esforzada, dispuesta pero sin continuidad ante un toro orientado, de corto recorrido, deslucido y que nunca se empleó.
Cerró plaza un toro de Barralva. Diego Silveti fue todo entrega en una labor de largo metraje en la que se la jugó de verdad, con valor y disposición frente a un astado violento y complicado. Antes quitó por gaoneras. El mexicano puso la emoción en los tendidos con arrucinas, pases por la espalda y unas bernadinas de gran ajuste y exposición.
Diego Silveti regaló un sobrero, con el hierro de Bernaldo de Quirós, bueno y noble. Tras un par de series sobre la diestra, con temple y entidad, la faena bajó sobre el pitón izquierdo al igual que su oponente. Volvió a la diestra donde la faena creció pero con el toro más aquerenciado en tablas fue volteado de forma muy violenta, cayendo de cabeza al suelo de fea manera y sufriendo una cornada en el gemelo derecho y una contusión cervical. El azteca pasó a la enfermería donde fue intervenido.
Guadalajara (México), domingo 11 de noviembre de 2012. Por orden de lidia toros de Campo Real, noble pero flojo; Xajay, con movilidad y transmisión; Teófilo Gómez, con calidad pero a menos, premiado con el arrastre lento; Campo Real, lesionado en el pitón izquierdo, flojo; Barralva, violento; Bernaldo de Quirós, séptimo como sobrero de regalo, bueno y noble. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio tras aviso, oreja y silencio; DIEGO SILVETI: Palmas, división de opiniones, silencio y herido en el de regalo; Entrada: Tres cuartos.
Sentido brindis al público de Morante en el tercero, un toro de Teófilo Gómez, con clase y buen son. Faena fundamentada sobre la diestra, de más a menos, e iniciada ayudándose por alto. Belleza y expresión. El sevillano se sintió en derechazos que tuvieron hondura, profundidad, sentimiento y ligazón. Se relajó el de la Puebla y el toreo surgió con naturalidad por ambos lados. Inspiración y creatividad. Una tanda por la izquierda tuvo trazo largo y mano baja. Finalizó con ayudados por alto y trincherazos muy jaleados por el público. Remató su actuación de media estocada en el segundo encuentro.
Hermosas fueron las verónicas de recibo al quinto, un toro protestado tras lesionarse el pitón izquierdo al rematar en el burladero de matadores. Chicuelinas con garbo y suavidad del sevillano en el quite. Equivocada fue la decisión del juez de plaza de no devolver a un toro mermado y flojo. Hubo un esbozo de faena pero el sevillano, con el público en contra, optó por abreviar. Desafortunado con la espada.
Variado se mostró Diego Silveti, en el recibo a la verónica y en un galleo por chicuelinas para llevar al toro al caballo. El torero de dinastía estuvo firme y asentado en una labor en la que trató de llevar con templaza la desclasada embestida de un toro que pese a que tuvo movilidad y emoción le faltó calidad. Actitud de Silveti en un conjunto meritorio que coronó de una estocada tras pinchazo.
Bajo y bien hecho el cuarto de Los Encinos, protagonizó un buen tercio de varas. Silveti ejecuta un emotivo quite por saltilleras, con revolera y brionesa de remate. El mexicano brindó a Morante una labor esforzada, dispuesta pero sin continuidad ante un toro orientado, de corto recorrido, deslucido y que nunca se empleó.
Cerró plaza un toro de Barralva. Diego Silveti fue todo entrega en una labor de largo metraje en la que se la jugó de verdad, con valor y disposición frente a un astado violento y complicado. Antes quitó por gaoneras. El mexicano puso la emoción en los tendidos con arrucinas, pases por la espalda y unas bernadinas de gran ajuste y exposición.
Diego Silveti regaló un sobrero, con el hierro de Bernaldo de Quirós, bueno y noble. Tras un par de series sobre la diestra, con temple y entidad, la faena bajó sobre el pitón izquierdo al igual que su oponente. Volvió a la diestra donde la faena creció pero con el toro más aquerenciado en tablas fue volteado de forma muy violenta, cayendo de cabeza al suelo de fea manera y sufriendo una cornada en el gemelo derecho y una contusión cervical. El azteca pasó a la enfermería donde fue intervenido.
Guadalajara (México), domingo 11 de noviembre de 2012. Por orden de lidia toros de Campo Real, noble pero flojo; Xajay, con movilidad y transmisión; Teófilo Gómez, con calidad pero a menos, premiado con el arrastre lento; Campo Real, lesionado en el pitón izquierdo, flojo; Barralva, violento; Bernaldo de Quirós, séptimo como sobrero de regalo, bueno y noble. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio tras aviso, oreja y silencio; DIEGO SILVETI: Palmas, división de opiniones, silencio y herido en el de regalo; Entrada: Tres cuartos.
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