Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo
México, D.F.
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Castella firmó la faena más redonda de la tarde
Una corrida con diferentes matices se ha vivido este domingo en la Plaza México... desde una estupenda faena de Castella hasta la raza de Juan Pablo, pasando por la maestría de Zotoluco, la preocupante mansedumbre de los toros de Bernaldo de Quirós, la calidad de uno de Campo Real, grandes lapsos de tedio y, cuando caía el último, una fuerte discusión entre Rafael Herrerías y Fernando Lozano, apoderado de Sánchez.
En diferentes grados, el encierro del hierro titular ofreció muy pocas posibilidades de triunfo, pues los toros resultaron sosos en general y sin transmisión. Por ello, y buscando el triunfo, tanto Sebastián Castella como Juan Pablo Sánchez decidieron hacer uso del recurso del toro de regalo.
El francés obsequió un ejemplar de Campo Real, con el que redondeó la faena de mayor calado en esta tarde. El burel tuvo nobleza, así como recorrido y calidad en sus embestidas, virtudes que aprovechó Sebastián para estructurar un trasteo que inició estoico en el centro del redondel al ejecutar el péndulo. Luego, se dio a correr la mano con la diestra en muletazos muy tersos, llevando con clase y sutileza las embestidas del ejemplar.
Largos fueron también los naturales, aunque al toro le costaba repetir por este pitón. De nuevo con la sarga en la diestra dibujó bellos momentos, aderezando su labor con detalles como para un cartel de toros, como un trincherazo que le fue jaleado con fuerza. Lástima que la espada quedó muy caída, cerca del llamado "Rincón de Ordóñez", y además tuvo que hacer uso del descabello, por lo que el premio fue solamente de una oreja, misma que fue solicitada mayoritariamente.
Antes, solamente consiguió destellos ante su primero, sobre todo por derecha, y es que el burel tenía nobleza pero poco fondo. Su segundo fue un auténtico marmolillo, que reculaba constantemente y se terciaba, haciendo prácticamente imposible el lucimiento de un Castella que prefirió abreviar, siendo pitado pues se puso pesado con el acero.
Importante fue la actuación de Juan Pablo Sánchez, que tiró de raza ante el toro de regalo, de Los Ébanos, y le cortó una oreja con todas las de la ley, la primera para él en la Plaza México. El burel fue incierto desde salida y, ya en el tercer tercio, se refugió cerca de tablas y acudía a la muleta sin ritmo y tendía a quedarse corto.
Dándole sus terrenos, el hidrocálido se quedó muy quieto y, con base en aguante, logró extraerle muletazos de categoría y ante los que el público reaccionó con sus aplausos, incluso hasta llegar a torear en redondo. De esta forma, la faena creció en intensidad y, con cabeza clara, Juan Pablo cambió el ayudado en el momento oportuno. Como un león se fue tras el acero y de un estocada ligeramente caída terminó con la vida del ejemplar, llevándose el trofeo.
A su primero, que no tenía malas ideas pero muy poca transmisión y fuerza, supo dejarle la muleta en la cara para tirar de él sin forzarlo, logrando que el trasteo cobrara interés y se viera engalanado con derechazos templados y en los que alargó el trazo. Faena de torero macizo e inteligente, que no pudo rubricar con el acero, perdiendo la posibilidad de tocar pelo.
Su segundo fue complicado y prácticamente no tuvo un pase. Pese a estas condiciones, Juan Pablo Sánchez hizo el esfuerzo, buscando agradar e intentando sacarle partido a este sexto de la tarde, pero el trasteo no logró tomar vuelo debido a las condiciones del astado.
En maestro, Eulalio López "Zotoluco" bordó una faena muy bonita ante el toro que abrió plaza, el de mejores condiciones del encierro de Bernaldo de Quirós. Aunque fue manejable y noble, el burel no tenía mucha transmisión y terminó terciándose, pero Lalo le puso ese saborcito que le faltaba y sus muletazos tuvieron temple y dimensión, tanto por derecha como al natural.
Y además de estos momentos, ahí quedan instantes de gran belleza, como el pase del desdén y un cambio de mano por delante. Una pena que falló al momento de la suerte suprema, pues tenía ganada una oreja de gran peso específico, pero desde el tercio recibió el cariño del respetable a través de una cerrada ovación.
El cuarto de la corrida era tardo en sus embestidas y esto complicó la ligazón en la labor de Zotoluco, que volvió a estar muy dispuesto y se esforzó en pos de un triunfo que no llegó. Saludó desde el tercio luego de leve petición de oreja, pues remató al ejemplar de una estocada de espectaculares efectos.
Al final de la larga función taurina y mientras Juan Pablo se disponía a recoger la oreja, se suscitó la acalorada discusión en el callejón, allá por el rumbo del burladero de matadores. Los motivos no se alcanzaron a conocer, pero Fernando Lozano y Rafael Herrerías intercambiaron "linduras", rematando así una tarde en la que hubo de todo, como en botica.
En diferentes grados, el encierro del hierro titular ofreció muy pocas posibilidades de triunfo, pues los toros resultaron sosos en general y sin transmisión. Por ello, y buscando el triunfo, tanto Sebastián Castella como Juan Pablo Sánchez decidieron hacer uso del recurso del toro de regalo.
El francés obsequió un ejemplar de Campo Real, con el que redondeó la faena de mayor calado en esta tarde. El burel tuvo nobleza, así como recorrido y calidad en sus embestidas, virtudes que aprovechó Sebastián para estructurar un trasteo que inició estoico en el centro del redondel al ejecutar el péndulo. Luego, se dio a correr la mano con la diestra en muletazos muy tersos, llevando con clase y sutileza las embestidas del ejemplar.
Largos fueron también los naturales, aunque al toro le costaba repetir por este pitón. De nuevo con la sarga en la diestra dibujó bellos momentos, aderezando su labor con detalles como para un cartel de toros, como un trincherazo que le fue jaleado con fuerza. Lástima que la espada quedó muy caída, cerca del llamado "Rincón de Ordóñez", y además tuvo que hacer uso del descabello, por lo que el premio fue solamente de una oreja, misma que fue solicitada mayoritariamente.
Antes, solamente consiguió destellos ante su primero, sobre todo por derecha, y es que el burel tenía nobleza pero poco fondo. Su segundo fue un auténtico marmolillo, que reculaba constantemente y se terciaba, haciendo prácticamente imposible el lucimiento de un Castella que prefirió abreviar, siendo pitado pues se puso pesado con el acero.
Importante fue la actuación de Juan Pablo Sánchez, que tiró de raza ante el toro de regalo, de Los Ébanos, y le cortó una oreja con todas las de la ley, la primera para él en la Plaza México. El burel fue incierto desde salida y, ya en el tercer tercio, se refugió cerca de tablas y acudía a la muleta sin ritmo y tendía a quedarse corto.
Dándole sus terrenos, el hidrocálido se quedó muy quieto y, con base en aguante, logró extraerle muletazos de categoría y ante los que el público reaccionó con sus aplausos, incluso hasta llegar a torear en redondo. De esta forma, la faena creció en intensidad y, con cabeza clara, Juan Pablo cambió el ayudado en el momento oportuno. Como un león se fue tras el acero y de un estocada ligeramente caída terminó con la vida del ejemplar, llevándose el trofeo.
A su primero, que no tenía malas ideas pero muy poca transmisión y fuerza, supo dejarle la muleta en la cara para tirar de él sin forzarlo, logrando que el trasteo cobrara interés y se viera engalanado con derechazos templados y en los que alargó el trazo. Faena de torero macizo e inteligente, que no pudo rubricar con el acero, perdiendo la posibilidad de tocar pelo.
Su segundo fue complicado y prácticamente no tuvo un pase. Pese a estas condiciones, Juan Pablo Sánchez hizo el esfuerzo, buscando agradar e intentando sacarle partido a este sexto de la tarde, pero el trasteo no logró tomar vuelo debido a las condiciones del astado.
En maestro, Eulalio López "Zotoluco" bordó una faena muy bonita ante el toro que abrió plaza, el de mejores condiciones del encierro de Bernaldo de Quirós. Aunque fue manejable y noble, el burel no tenía mucha transmisión y terminó terciándose, pero Lalo le puso ese saborcito que le faltaba y sus muletazos tuvieron temple y dimensión, tanto por derecha como al natural.
Y además de estos momentos, ahí quedan instantes de gran belleza, como el pase del desdén y un cambio de mano por delante. Una pena que falló al momento de la suerte suprema, pues tenía ganada una oreja de gran peso específico, pero desde el tercio recibió el cariño del respetable a través de una cerrada ovación.
El cuarto de la corrida era tardo en sus embestidas y esto complicó la ligazón en la labor de Zotoluco, que volvió a estar muy dispuesto y se esforzó en pos de un triunfo que no llegó. Saludó desde el tercio luego de leve petición de oreja, pues remató al ejemplar de una estocada de espectaculares efectos.
Al final de la larga función taurina y mientras Juan Pablo se disponía a recoger la oreja, se suscitó la acalorada discusión en el callejón, allá por el rumbo del burladero de matadores. Los motivos no se alcanzaron a conocer, pero Fernando Lozano y Rafael Herrerías intercambiaron "linduras", rematando así una tarde en la que hubo de todo, como en botica.
Ficha
México, D.F.- Plaza México. Tercera corrida de la Temporada Grande. Unas 23 mil personas en tarde agradable. Seis toros de Bernaldo de Quirós, bien presentados pero de poco juego en su conjunto debido a su sosería y escasa transmisión, uno de Campo Real (7o., lidiado como regalo), premiado con arrastre lento, y uno más de Los Ébanos (8o., también como regalo), complicado. Pesos: 490, 500, 480, 500, 525, 507, 480 y 480 kilos. Eulalio López "Zotoluco" (rosa mexicano y oro): Ovación en su lote. Sebastián Castella (grana y oro): Palmas tras aviso, pitos tras aviso y oreja tras aviso en el de regalo. Juan Pablo Sánchez (azul rey y oro): Ovación, palmas tras aviso y oreja en el de regalo. Incidencias: Saludaron desde el tercio, por estupendos pares de banderillas, Christian Sánchez, José Luis Castañeda y Gustavo Campos. El picador Nacho Meléndez fue aplaudido tras picar al 4o.
México, D.F.- Plaza México. Tercera corrida de la Temporada Grande. Unas 23 mil personas en tarde agradable. Seis toros de Bernaldo de Quirós, bien presentados pero de poco juego en su conjunto debido a su sosería y escasa transmisión, uno de Campo Real (7o., lidiado como regalo), premiado con arrastre lento, y uno más de Los Ébanos (8o., también como regalo), complicado. Pesos: 490, 500, 480, 500, 525, 507, 480 y 480 kilos. Eulalio López "Zotoluco" (rosa mexicano y oro): Ovación en su lote. Sebastián Castella (grana y oro): Palmas tras aviso, pitos tras aviso y oreja tras aviso en el de regalo. Juan Pablo Sánchez (azul rey y oro): Ovación, palmas tras aviso y oreja en el de regalo. Incidencias: Saludaron desde el tercio, por estupendos pares de banderillas, Christian Sánchez, José Luis Castañeda y Gustavo Campos. El picador Nacho Meléndez fue aplaudido tras picar al 4o.
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