LÁSTIMA DE CARTELAZO | |||||||
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MIGUEL ÁNGEL GARCÍA AL pan, pan. Y al vino, vino.Los toros de Bernaldo de Quirós han llevado al traste el tercer festejo de la temporada grande de la Plaza México. "Para qué queremos antitaurinos con estos ganaderos", gritaron en los tendidos. Es una pena, una vergüenza que este tipo de ganaderías continúe lidiando en plazas de primera. A un torero, cuando está mal en una plaza monumental, si bien le va, lo repiten varios años después; sin embargo ¿Porqué no es lo mismo con ciertas dehesas que acusan falta de casta? Algo que cada vez toma más fuerza en la mayoría de plazas, ciertamente en las de primera, es el disgusto de la afición que ya exige reiteradamente toros con presencia y bravura. Si bien en México se cuenta con el toro de más calidad en el mundo, también se ha abusado en su falta de presencia y bravura por parte de ganaderos, empresarios y principalmente de toreros, que son los que piden este tipo de encierros. Toros con trapío los hay, lo mismo con bravura, pero ¿Dónde están? Es tanto el afán de llevar a la plaza un encierro a modo, por parte de la administración de cada torero, que caen en lo que arrojó Bernaldo de Quirós, o Xajay en la pasada inauguración del serial en el coso capitalino. Caso contrario el de la pasada feria de Pachuca, donde vimos saltar al ruedo un encierro de Arroyo Zarco, muy bien presentado y con bravura; otro fue el de Barralva que se lidió precisamente en la México el domingo pasado, también con trapío y raza. Ayer en Guadalajara, aunque de varias de dehesas, también se estoqueó un encierro con catadura. Quiere decir entonces que sí hay toros con presencia, entonces, ¿Qué sucede? Es preocupante que ahora que la fiesta de toros mexicana está más viva que nunca y que el público asiste a las plazas con mayor afluencia, algunas plazas no correspondan en esa medida a la exigencia de la afición, que finalmente es la que paga el boleto y sostiene a la fiesta. Estamos de acuerdo que los toros no tienen palabra de honor y hay tardes en que una ganadería corre con mala suerte, pero cuando esta mala suerte ya no es casualidad, entonces, algo pasa con la sangre de dicha dehesa y es ahí donde los criadores deben poner mayor énfasis en pro del engrandecimiento de la fiesta de los toros. Pero lo más preocupante es que existen toreros que así piden este tipo de encierros, no bravos, sino descastados, para poder hacer el toreo cómodo, a gusto, con la mayor de las ventajas. Si bien el arte aplaca y calla toda rechifla y descontento, jamás suplirá la emoción de hacer lo mismo pero ante un toro bravo que ha sido domeñado por el espada, amén de torearlo con arte, lo cual tendría mucho más mérito y reconocimiento. Ayer, Eulalio López, Sebastián Castella y Juan Pablo Sánchez, aunque por encima de sus astados, no han conseguido lo que el público esperaba de ellos por una simple razón: el ganado no funcionó. Y como rúbrica de este festejo, a punto estuvieron de liarse a golpes el empresario Rafael Herrerías y el apoderado Fernando Lozano, el motivo sólo ellos lo saben. |
lunes, 12 de noviembre de 2012
¡Petardo de ganado!
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