Álvaro Acevedo.
Foto: Luis Vega
Alguien, digo yo, debería salir a dar explicaciones acerca de la ocurrencia del año: esto es, poner al novillero sevillano Lama de Góngora a abrir plaza por delante de las figuras y resto de toreros que componen el cartel del festival del 12 de octubre en la Maestranza.Ya, el hecho siquiera de plantearse tal posibilidad me parecería gravísimo. Consumarla con ese grotesco cartel en el que se altera el orden de antigüedad sin que medie error de imprenta alguno, indica (o parecía indicar) que hay gente que por ser figura del toreo se cree con derecho a todo.

Pero no. Hoy me he dirigido a Morante vía SMS invitándole a que rectificara, y me ha asegurado que no sabía absolutamente nada de esta historia. Al principio, cuando le he dicho que en el cartel aparecía Lama de Góngora por delante, su primera palabra ha sido “¿cómo?”. Tras una charla de cierta extensión transcribo su última idea y me guardo algunas cosas, la verdad, irreproducibles:
“Nunca voy a permitir que un novillero vaya por delante mía por el simple hecho de que no quiero romper plaza. Además, el toreo es tradición y la antigüedad  es lo primero. Este año he ido las cuatro tardes de Sevilla por delante y ahora no va a ser una excepción. Jamás lo consentiré”.