La escasa asistencia a las corridas sepultó en 2009 la afición que aún quedaba en Cartagena, la ciudad colombiana que mejor conserva la tradición y herencia cultural española,
hasta el punto de que la infraestructura de la plaza se deterioró y
también fue necesario clausurarla incluso para eventos de otro tipo,
como conciertos musicales, que se realizaban en el recinto.
Sin embargo, hace alrededor de dos años se invirtieron cerca de 2.000 millones de pesos (poco
más de un millón de dólares; 0,75 millones de euros) en la reparación
de los daños que amenazaban con derrumbar la fachada en forma de corona
de la Monumental Plaza de Toros Cartagena de Indias y permitir que el
recinto se volviera a utilizar para conciertos y otros espectáculos.
Con el fin de dar un nuevo aire a la Fiesta brava, la
actual administración municipal autorizó el regreso de las corridas a la
otrora gloriosa Monumental Plaza, de espléndida arquitectura republicana y colonial.
El recinto había albergado por última vez un cartel taurino en las tardes del 5 y el 6 de enero de 2009
cuando los españoles El Juli, Antonio Ferrera y Miguel Abellán; el
matador francés Sebastián Castella y el colombiano Luis Bolívar pisaron
la arena cartagenera.
Castella y Bolívar regresaron el pasado 4 de enero para
esta fiesta de reapertura, que contó también con la participación del
rejoneador colombiano Andrés Chica y en la cual se lidiaron ocho toros
de la ganadería El Capiro de Sonsón.
La Monumental Plaza, que reemplazó a la antigua de La Serrezuela, fue inaugurada con fastuosidad el 1 de enero de 1974 con una corrida presidida por el entonces jefe de Estado colombiano, Misael Pastrana Borrero,
en la que se lidiaron toros de la ganadería Vistahermosa por los
diestros Joselillo de Colombia, Francisco Ruiz Miguel y Antonio José
Galán.
Por su arena pasaron diestros como Palomo Linares, José
María Manzanares, Pepe Cáceres o El Niño de la Capea, que fueron
aclamados por el aforo de 12.500 personas del coso.
La reapertura, en cambio, no estuvo exenta de controversia por la oposición de activistas antitaurinos, que durante una semana se manifestaron frente a la plaza para tratar de impedir la corrida.
Pese a la oposición del puñado de antitaurinos, la corrida
de reapertura de la plaza se llevó a cabo con un lleno casi completo,
pero el enfrentamiento con las autoridades de la ciudad que quieren
revivir las corridas continuará hasta que se decida si definitivamente
los toros regresan o se suprimen.
La tauromaquia es una tradición arraigada en Colombia con
plazas de renombre como las de Cali, Medellín, Manizales, Cartagena,
Sogamoso y Bogotá, esta última cerrada para espectáculos taurinos desde
2012 por orden del alcalde de la ciudad, Gustavo Petro.
Esta decisión fue objeto de una acción de tutela presentada
por la Corporación Taurina de Bogotá ante la Corte Constitucional, que
debe decidir si la Fiesta brava puede volver o no a la capital
colombiana.
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