domingo, 4 de mayo de 2014

Diego Ventura, por la Puerta del Príncipe de Sevilla

Andrés Romero corta dos orejas en su alternativa en la Feria de Abril

El primer festejo de rejones de la Feria de Abril de Sevilla (el segundo será el matinal del domingo próximo) concluye triunfalmente. Por petición unánime, corta Diego Ventura las dos orejas al quinto toro; unidas a la que ganó en el tercero, le hacen abrir la Puerta del Príncipe de nuevo. Ha tenido una actuación redonda: posee una gran cuadra, une clasicismo y espectacularidad, mata con gran seguridad. Es, hoy, la gran figura del toreo a caballo.

Su discípulo Andrés Romero, de Escacena del Campo (Huelva), que toma la alternativa −en el rejoneo, es una ceremonia más simbólica que real– también brilla en el último, corta dos orejas y sale a hombros, acompañado por las palmas por bulerías de sus paisanos. Peor suerte tiene en su primero, cuando su tordo «Perseo» sufre una herida de veinte centímetros en el anca. Andy Cartagena falla en la suerte suprema. Los toros de Bohórquez han sido nobles, en general, aunque algunos se han parado. Por primera vez en la Feria, el público ha salido feliz.

Diego Ventura levanta un clamor, en el quinto, al llevarlo prendido a la grupa con «Nazarí»: ¡gran caballo! «Milagro» hace honor a su nombre quedándose como una estatua, muy cerca del toro. «Morante» muerde al toro, para regocijo general. Con «Remate», mata de un rejón espectacular. No hay duda: dos orejas y Puerta del Príncipe. 

No ha habido triunfalismo sino un gran espectáculo. Todos hemos disfrutado con estos preciosos animales. He recordado yo al poeta Santos Chocano: «Los caballos eran fuertes, los caballos eran ágiles...» Y estos, además, toreros.

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