Se lidian toros de Alcurrucén para Diego Urdiales, Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera
Diego Urdiales volvía a Bilbao una tarde más, en esta ocasión
junto a dos figuras del toreo. Faena de gusto y temple ante un toro con teclas
que no puso las cosas fáciles, pero a base de disposición y mando consiguió
meter en la canasta al animal de Alcurrucén. Oreja para el riojano tras una
enorme estocada.
El segundo de la tarde tuvo clase en sus embestidas, lo recibió
con buen gusto el galo, se quedó practicante sin picar para luego ver un
emocionante quite entre Castella y Perera. Tuvo emoción y acometividad el de
Alcurrucen en una faena de fino trazo del torero francés. Sin embargo por el
izquierdo el animal tendía a meterse y quedarse corto. Otro toro que exigía
mando y cabeza fría. Le faltaron finales al animal por lo que la faena no pudo
tomar el vuelo deseado. Tras una estocada algo trasera fue fuertemente
ovacionado..
El tercero de la tarde no dio facilidades de salida, acudió al
jaco a regañadientes y en banderillas estuvo soberbio Juan Sierra, que se vio
obligado a saludar montera en mano tras una brillante actuación. Muy declasado
el girón tercer, embestía con las manos, más que embestir topaba, pero se
encontró un torero con un valor y un temple exquisito, le tragó los parones,
supo llevar al toro por donde no quería hasta conseguir someter a un animal muy
bajo de raza en algún muletazo. Tuvo mejor condición por el izquierdo
pero ayuno de transmisión, muy por encima Perera de este tercero. Tras la
estocada fue silenciado.
De gran condición fue el enclasado cuarto, un
precioso animal al que Urdiales le cuajó una faena llena de gusto, sabor y
torería. Faena de altos vuelos, por el derecho el animal hacía el avión, tenía
un temple enorme, embistiendo como los toreros mexicanos, sin embargo por el izquierdo
pese a no tener esa profundidad si mantuvo el ritmo y la clase que derrochó por
el derecho. Urdiales estaba cuajando una de sus mejores faenas en Bilbao,
cambios de mano con sumo gusto, trincherazos de cartel, en un final de
faena prodigioso, gran faena del riojano. Tras una estocada algo contraria el
animal dobló con suma rapidez, el riojano cortaba las dos orejas, lo que le
propiciaba salir a hombros.
Tuvo movilidad y cierta condición el amplio colorado que hacía
quinto. Castella lo templó en una faena que no puedo tomar altura por la
irregularidad en las embestidas del animal, tenía humillación pero le faltó
como dijimos mayor continuidad. Noble y con son tuvo este animal al que
Castella le hizo una faena aseada, con buenos pasajes pero sin un calado en el
público. Por encima el torero francés de un animal que aun teniendo virtudes le
faltó mayor fondo y acometividad. Tras una estocada algo caída fue ovacionado.
Precioso de pelaje el burraco sexto que ya de salida tuvo poco
celo en los capotes. Acudió con desgana al caballo para luego arrear en banderillas.
Si ya se desmonteró en el tercero la lidia al sexto fue primorosa, enorme Juan
Sierra. Perera se la jugó en la muleta, el toro embistió con cierta inercia en
las dos primeras series para ya en la tercera acortar viaje. Perera volvió a
mandar sobre el toro, quedarse quieto jugándose los muslos y tirar de él.
Arrimón enorme para finalizar faena de un Perera que pese a no tener lote se
montó encima de ambos ejecutando una actuación seria y de figura del torero. Tras la estocada fue nuevamente ovacionado.
FICHA DEL FESTEJOPlaza de toros de Vista Alegre, Bilbao. Penúltima de las Corridas Generales. Corrida de toros.
Seis toros de Alcurrucén.
Diego Urdiales, Oreja y dos orejas
Sebastián Castella, Ovación y ovación
Miguel Ángel Perera, Ovación y ovación
1 comentario:
LA CLASE DE DIEGO URDIALES
“Oro puro, Diego Urdiales, oro puro, . . . lo que vales.”
Bilbao, la fiesta taurina,
cartel, lujo, tercia fina,
Plaza de categoría,
“Vista Alegre”, de alegría.
Diestro enorme, Diego Urdiales,
sentando va sus reales,
vistiendo de rioja y oro,
buscó el triunfo más sonoro.
Por Dios que ha estado bendito,
fue su suerte “Favorito”,
castaño, pardo pelaje,
de garboso tonelaje.
Guapo, el cuarto de la tarde,
que la gloria, el cielo abre,
noble, de buenas hechuras,
con embestidas muy puras.
Ganadería Alcurrucén,
encaste al cien por cien,
su divisa azul celeste
y negro, nadie proteste.
Capote, paño de liar,
enseñándolo a humillar,
dos visitas al caballo,
banderillas, un desmayo.
Faena, sabor añejo,
rancia, como oliendo a viejo,
muletazos, ambos lados,
tersos toques, bien templados.
Bravo astado que acomete,
cambio mano, molinete,
precioso pitón derecho,
hermoso pase de pecho.
“España Cañí”, se oía,
Diego Urdiales se lucía,
toreando así, despacito,
quedo, lento, suavecito.
Uno que otro trincherazo,
clase, diestro,. . . torerazo,
estoque que toca yema,
sin puntilla, muerte plena.
Ya lo entiendo, lo comprendo,
el éxito fue tremendo,
le ha costado, tanto, tanto,
la emoción revienta en llanto.
Viendo ese sueño cumplido,
posándose en el estribo,
después de una larga espera,
ha mostrado fiel solera.
Público, mucho aplaudía,
ante el arte se rendía,
gritando: ¡toro, torero!,
apasionado, sincero.
Dos orejas, Puerta Grande,
un corazón que se expande,
La Rioja luce radiante,
por su Espada . . . tan brillante.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 29 de agosto del 2015
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)
Fotografia: Arjona, tomada de la Revista AplausoS.es (Semanario Taurino)
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